Jueves, 17 de agosto de 2006 | Hoy
“Todos unidos”
Les hago llegar una aclaración respecto de la nota en que se me menciona titulada “Todos unidos para criticar, pero convencidos de un amor imposible”. Dicha reunión fue organizada por la Fundación Idear, que me convocó a compartir una reunión con políticos e intelectuales sobre la Constitución Imaginaria en mi carácter de académico de treinta años de docencia e investigador de opinión pública. En ese sentido, organicé mi exposición sobre la crisis de la política en Occidente, el denominado fin de la Revolución Francesa y la pérdida de centralidad de la política para la resolución de los problemas estructurales mundiales. Por supuesto que los políticos de la oposición enfocaron sus exposiciones de modo diverso y en un tono más crítico sobre la coyuntura. Pero hay expresiones en la nota que no corresponden a la reunión y probablemente hayan sido recogidas en forma paralela a la misma, mediante notas que en particular daban los dirigentes partidarios a los periodistas ubicados en el lugar. Por eso hay un problema de texto y contexto. Hay expresiones que corresponden a un espacio exterior respecto de una reunión en la cual hubo enfoques tanto macro cuanto micro diferentes sobre la problemática política. Hago esta aclaración en razón de que una lectura de la nota puede presuponer que estuve en una convocatoria que no estuve, tomando una posición que no tomé ni tomaría tanto quien suscribe como otros participantes. Entiendo que no era el objetivo de la Fundación Idear hacer un acto político-partidario y no estuvo en el ánimo de quien suscribe tampoco participar de un evento de esa naturaleza. Por último, la nota de Página/12 es una construcción de diversas reuniones que no se ajusta precisamente con el título “Todos unidos...”
Lic. Ricardo Rouvier
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Ambulancia
¿Quién no ha esperado una ambulancia? ¿Quién no marcó alguna vez el 107, hoy 911? Por cuestiones familiares, tuve que esperar muchas ambulancias. Si bien tengo una prepaga, siempre la emergencia que arribaba primero a mi hogar era la del SAME. En el día de hoy, martes 15 de agosto, en un embotellamiento impresionante producido a las 22 en la Av. Alberdi al 1000, tuve a una ambulancia del SAME detrás mío. Los primeros minutos se mantenía en silencio, expectante. Cinco minutos después se encendieron las sirenas. No se podía avanzar ni retroceder ni doblar ni volar. Desesperada por esas veces que hube de esperar y para que otro no tuviera que hacerlo, comencé a tocar la bocina... creía que iba a detener el reloj o acelerar el tránsito. Mi desesperación creció. Finalmente, pude dejarlos pasar y tomaron por una Alberdi desolada. Rogué que llegaran a tiempo para ayudar. Pero como dice la canción, sorpresas te da la vida, y cinco cuadras más adelante observé a una ambulancia, la misma que solicitaba prioridad de paso, andando por la avenida a 30km por hora, sin luces ni sirena encendidas. Esta amargura y desazón no harán que deje de ceder el paso, que deje de pensar en esa persona, esa familia que los necesita.
Sol Linares
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