El jefe de Gobierno de la ciudad, Jorge Telerman, no escapa a las leyes de la física. Una de esas máximas se basa en el principio de acción y reacción. Es un principio que muchas veces se aplica a la política. Un ejemplo podrá comprobarse en diez días. Y se producirá en el espinoso mundo de la política porteña. Con el apoyo de algunos partidos, organizaciones sociales y personalidades de derechos humanos y la cultura, Telerman está preparando un acto de respaldo a su gestión. El lugar ya está definido: el conocido salón de fiestas El Garage, en San Telmo. La fecha sería el 22 de agosto, aunque podría postergarse por problemas de organización. Más allá de si el acto se hace el martes o unos días más tarde, la lectura es clara. El hecho se producirá dos semanas después de que el jefe de Gabinete y titular del PJ de la ciudad, Alberto Fernández, encabezara un acto con doscientos dirigentes, entre ellos tres ministros y el vice Daniel Scioli, para lanzar el Instituto para la Victoria.

Cerca de Telerman están organizando el acto con cierto cuidado. No quieren que adquiera un perfil muy político, mucho menos electoral. Buscan más bien que se interprete como una demostración de apoyo a la gestión. “Queremos organizar un encuentro del kirchnerismo que apoya al jefe de Gobierno. Y que confluyan el kirchnerismo, el socialismo de Roy Cortina y la Corriente Porteña”, dijo a Página/12 uno de los organizadores del encuentro. Una de las aspiraciones de la gente que trabaja con el jefe de Gobierno es que en ese acto haya alguna presencia de Compromiso K, la agrupación del kirchnerismo que encabezan el secretario legal y Técnico, Carlos Zannini, y el empresario de medios Rudy Ulloa Igor.

La relación entre Compromiso K y el espacio político de Telerman está en un punto de cierta quietud. En un primer momento fue muy evidente. De hecho, Telerman aparecía en todos los actos organizados por la agrupación de Zannini. Con el tiempo, y sobre todo luego de que Kirchner confirmara de nuevo al jefe de Gabinete en la conducción de la ciudad, el vínculo comenzó a ser menos visible. Según un representante de Compromiso K, los lazos con Telerman “no son ni buenos ni malos”. “Telerman tiene todo el derecho de lanzarse. Está dentro del espacio progresista en la ciudad y aparentemente estaría acompañando el proyecto de Kirchner. Nosotros nos movemos dentro de las políticas que va marcando el Presidente para la ciudad. Ha dicho varias veces que Alberto (Fernández) es el conductor del PJ, pero también acompaña y avala la construcción de un espacio por fuera de las estructuras”, argumentó el colaborador de Zannini.

Más allá de los explicaciones públicas, ciertos miembros de Compromiso K siguen muy cerca de Telerman. Algunos incluso ejercen funciones en el ejecutivo o mantienen vínculos cotidianos a partir del trabajo en los distintos barrios. Eso no significa que haya consenso total sobre las decisiones del jefe de Gobierno. “Hay algunos miembros del gabinete sobre los que nos reservamos la opinión”, comentó la fuente de Compromiso K. Se refería a los ministros Guillermo Nielsen y Juan Pablo Schiavi, a quienes cuestionan por sus vínculos con Roberto Lavagna y Mauricio Macri. Con ese panorama de fondo, varios miembros de Compromiso K están evaluando asistir al acto de apoyo a Telerman. No descartan ir.

La ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, es una de las funcionarias que están trabajando en la organización del evento en El Garage. La secunda el ex frepasista Alejandro Mosquera. La idea de los impulsores del encuentro es que la convocatoria refleje la confluencia de la Corriente Porteña que formaron dos hombres de Telerman (el ministro de Producción, Enrique Rodríguez, y el secretario Legal y Técnico, Sergio Beros), un sector del kirchnerismo y el Partido Socialista en la ciudad. Anteayer, Telerman participó de un acto en el que se premió al intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, por el sistema de salud local. Junto con Telerman estuvo el dirigente Roy Cortina, titular del socialismo porteño. La presencia del jefe de Gobierno en ese acto reflejó una de las constantes de su gestión. Sin dejar de reivindicarse kirchnerista, mostrar rasgos puntuales de diferenciación. Con esa estrategia espera cumplir lo que reconoció hace dos meses, en el lanzamiento de Corriente Porteña: “Aspiro a seguir más allá de una gestión de gobierno.”