La rectora de la Escuela Normal 6 impidió un encuentro entre los alumnos y las Madres de Plaza de Mayo.

Sus opiniones anacrónicas son incompatibles con su función.

La rectora ha perdido su rectitud. Desconoce sus márgenes, si no está de acuerdo, puede renunciar a su cargo.

Desde hace años las escuelas dependientes del Ministerio de Educación ofrecen una visión integradora de las diferentes posiciones y creencias que constituyen la narrativa de nuestra historia nacional.

La comunidad internacional y los argentinos nos enorgullecemos de las Madres, de las Abuelas, de los Hijos. No miramos sus diferencias, sino su tenacidad, su creatividad artesanal para recuperar a los niños, su adhesión inamovible a la justicia para que sea ésta la única vía frente a los secuestradores, asesinos y ladrones. ¡Cómo no iban a ganarse el respeto de todos!

En 31 años la ciudadanía maduró y no hace falta ser rectora para saber lo que sabe cualquier vecino de barrio: decir derechos humanos no es solamente hablar de los desaparecidos, de terrorismo de Estado, de múltiples causas y responsables. Cuando vemos la pobreza reflejada en los ojitos de los chicos que deambulan por nuestras calles sabemos que el hambre es un crimen y que esta escena, impensada en Argentina, tiene su origen en el proceso.

Somos egresadas de la promoción 1964 del Normal 6. Los cimientos de nuestra formación ética y ciudadana nacieron allí.

Graciela González Directora de Escuela

Médica D.N.I. Nº 5.488.032