He leído el magnífico artículo de Mempo Giardinelli en Página/12 (la contratapa del martes 25/9) sobre el Chaco y el Impenetrable.

El genocidio silencioso de la etnia Toba (QOM) es una vergüenza nacional, donde la tuberculosis, el Chagas, las parasitosis, la desnutrición, son formas de exterminio con nombre y apellido.

El ministro de Salud de la provincia de Chaco llegó a decir en un reportaje que la desnutrición no es una enfermedad. Me pregunto en qué Facultad de Medicina recibió su título de médico. Qué opinan las cátedras de nutrición de nuestras universidades nacionales. El hambre sigue provocando muertes entre los grupos más vulnerables y desprotegidos. El defensor del Pueblo de la Nación se presentó en la Corte Suprema y dijo que más de 30 comunidades tobas se encuentran “al borde de la muerte”. En alguna dependencia del Ministerio de Salud de la provincia seguirán mirando para otro lado. Sería bueno que los funcionarios provinciales y nacionales efectuaran fumigaciones en el Chaco con Lysoform en más de 3 millones de hectáreas. Según repiten los canales de televisión por lo menos sesenta y cuatro veces por día, el producto mata hasta el 99,5 por ciento de bacterias, virus y hongos. ¿No existe ningún funcionario de salud que revoque esta aseveración anticientífica y antihumana? ¿Es irónico pensar que existen cerebros impenetrables?

Israel Stolovitzky

D.N.I. Nº 4.508.308