Antes que nada, quiero aclarar que soy docente en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) y trabajo al frente del lugar de las explosiones. También quiero aclarar que si en mi oficina se cortó la luz fue por un período menor a trinta minutos, que es lo que soporta como máximo el UPS. Es decir, las computadoras que utilizo para cálculos en ningún momento se apagaron antes de las 15, momento en el que dejé la oficina.

Ahora empiezan las preguntas. ¿Quién es el responsable de seguridad de la UNRC? ¿Cómo puede ser que en el transcurso de cuatro o cinco años que yo llevo en esta institución ya hayamos tenido tres explosiones? ¿Quién se va a hacer cargo de los daños psíquicos sufridos por mis colegas? ¿Cómo puede uno volver a trabajar después de eso? Especialmente, como en mi caso, en el edificio justo al frente de la explosión. ¿Qué padre va a llevar a sus hijos al jardín de la UNRC a partir de ahora? ¿Con qué seguridad? ¿Qué van a hacer los tres gremios de la universidad? Es decir, ¿qué actitud tomarán la AGD, ATURC y FURC? ¿Qué habría pasado si en lugar de suceder hoy hubiera sucedido hace veinte días? ¿Por qué la UNRC no tiene un cuartel de bomberos propio? Digo, ya que parece tan propensa a los accidentes.

Sólo me quedan preguntas y un par de deseos. Primero, que se recuperen mis colegas. Segundo, que los responsables de esto paguen las consecuencias, desde los que dejaron sin presupuesto a las universidades nacionales hasta los que tomaron la decisión de almacenar el hexano en ese lugar.

¿No era que Argentina ahora era un país en serio?

Jorge L. Blengino Albrieu

DNI 23.683.260