CONTRATAPA
El Ambito de la mentira
Por Miguel Bonasso
Ayer Ambito Financiero, diario de campaña de Carlos Menem, intentó ridiculizar sin éxito el reportaje a Fidel Castro publicado el domingo y en esta contratapa se van a llevar una sorpresa que viene, curiosamente, de su mismo palo. Sigan el relato porque no los voy a defraudar.
El periódico, del que es dueño el comerciante de prensa y ramos generales Julio Ramos, tituló escocido: “Fidel Castro hace ahora campaña por Kirchner”. Debajo viene una nota (obviamente) sin firma, escrita con la inconfundible prosa de la SIDE.
El anónimo redactor comienza con dos mentiras groseras: “El periodista Miguel Bonasso, jefe de prensa de la campaña de Néstor Kirchner, le hizo un reportaje de tono amistoso a Fidel Castro”, y luego: “Bonasso, a quien Kirchner –si gana en el ballottage del domingo que viene– quisiera de director de la agencia oficial de noticias Télam (que maneja la información de gobierno y la publicidad del Estado), no le hizo varias preguntas al dictador cubano, a pesar de que la entrevista duró 10 horas”, etcétera, etcétera.
No soy ni he sido jefe de prensa de la campaña de Néstor Kirchner y no existe la menor posibilidad de que dirija la agencia oficial Télam. En general las agencias oficiales no me sientan, ni me hacen falta como a ciertos ganapanes que fluctúan, siempre por los bajos de la ciudad, entre la calle 25 de Mayo y Paseo Colón al 1100.
Después, el infornauta, que me reprocha no haber hecho preguntas para convertir la entrevista en “un virtual monólogo castrista”, omite deliberadamente algunas de las respuestas de Fidel Castro que tienen indudable valor de primicia periodística. En particular la que menos gracia le debe haber hecho a su candidato Carlos Menem, que se repetirá para ilustración de los lectores de Ambito Financiero: “Alguien bien informado me contó un día que hasta los Montoneros, que habían sido casi eliminados durante la sangrienta dictadura militar y quedaban muy pocos sobrevivientes, ayudaron a Menem con cientos de miles de dólares para la campaña electoral en su primera elección en el año 1989. Valdría la pena preguntarle si esto fue o no cierto. Quizás haya testigos que puedan dar testimonio. Los que me conocen saben que jamás me hago eco de falsos testimonios o mentiras”.
Parece que el líder cubano no andaba descaminado. Ayer, mientras revisaba el correo electrónico y podía apreciar la repercusión internacional del reportaje, entró un curioso mail que decía textualmente:
“De: Juan B. Yofre
A: Miguel Bonasso
Enviado domingo 11 de mayo de 2003 12:46
Asunto: Te felicito
“No sería honrado conmigo mismo si después de leer tu extenso reportaje a Castro no te mandara unas líneas diciéndote que me pareció muy bueno. Aunque no coincida en varias cosas con el ‘hombre de la Perla’ el diálogo fue de un alto nivel.
En su referencia a la ayuda de ‘los muchachos’ a Menem en su campaña de 1989 no miente. Fue importante, pero más importante fue durante la interna de 1988. Lo relaté el otro día en ‘Edición I’ (Plus Satelital de 23 a 23.30 todos los días). Yo fui el que agradeció a Firmenich el apoyo que dio en la interna del ‘88. Su respuesta fue: ‘sos el primer funcionario de este gobierno (el de Menem) que me lo agradece’. Testigo del encuentro fue ‘Pascualito’.
No me interesa molestarlo a Menem, pero es la verdad histórica. Por otra parte no entiendo que Menem utilice los mismos argumentos que el radicalismo esgrimió contra él en la campaña del ‘89. Además suena aincomprensible para un político que trazó una línea con el pasado al dar los indultos que posibilitó la vuelta de tantos compatriotas que vivían en el exterior.
Saludos, Tata.”
Me he permitido reproducir este mail porque Juan Bautista Yofre, que fue colaborador decisivo de la campaña y luego jefe de la SIDE durante los primeros meses del menemismo, no me pidió reserva. Es más, creo que me indujo a publicarlo con esta frase: “No me interesa molestarlo a Menem pero es la verdad histórica”.
Fidel Castro no mentía, quien mentía era el anónimo redactor de Ambito Financiero que quiso, temerariamente, dar una clase de periodismo.