ECONOMíA › EL MINISTRO DE PLANEAMIENTO DE BRASIL ANTICIPA LOS PROXIMOS PASOS DE LULA
La hora de combatir las desigualdades
Por Claudio Scaletta
El ministro de Planeamiento de Brasil, Guido Mantega, adelantó que tras la medidas de estabilización de la primera etapa del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva llegó el tiempo de una segunda fase para “resolver las desigualdades que el mercado se demostró incapaz de resolver” y para conseguir que el crecimiento del producto brasileño se eleve del 1,5 por ciento actual a, por lo menos, un 4 por ciento. El tiempo de las políticas activas será anunciado en los próximos días y consistirá en un plan de desarrollo plurianual. En cuanto a la integración regional, el ministro consideró que “llegó la hora de construir un Consenso de América del Sur que reemplace al Consenso de Washington”. Para la conformación del ALCA, “el problema es el proteccionismo de Estados Unidos”, afirmó.
De paso por Buenos Aires, donde se reunió con Roberto Lavagna y participó de un seminario, Mantega recibió a la prensa en la residencia del embajador brasileño. Allí anunció que en pocos días más el presidente Lula dará a conocer un plan de desarrollo para los próximos cuatro años, en el que se definirán inversiones en infraestructura, en el área social y en materia de integración regional, entre otros rubros. En el ámbito del Mercosur, las primeras inversiones se destinarán a las rutas internacionales.
“Crecer al 1,5 o 2 por ciento es demasiado poco para las necesidades de un país como Brasil. Necesitamos crecer al menos al 4 o 4,5 por ciento. Y para esto son necesarias las políticas públicas. El mercado por sí solo no promueve ese crecimiento”, explicó el funcionario, quien también rechazó las críticas a la política fiscal de la “primera etapa”.
A poco de asumir, el primero de enero de este año, Lula amplió de 3,75 a 4,25 por ciento del producto la meta de superávit primario, a la vez que subió la tasa de interés de referencia en un 1,5 por ciento. Estas medidas le valieron los halagos del establishment financiero internacional y la estabilización de los indicadores macroeconómicos. La moneda comenzó a apreciarse, el riesgo país a descender y la Bolsa a recuperarse. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, la economía real continúa desentonando con el buen humor de los “mercados”.
Mantega justificó estas primeras medidas de política económica por “la coyuntura que Lula encontró al asumir”. Brasil estaba “al borde de un colapso financiero, con el crédito internacional cortado y con el riesgo país en niveles pre default. Necesitábamos dar una respuesta muy clara, muy firme y optamos por producir un shock de confianza”, explicó.
En cuanto a las críticas de desvío hacia la ortodoxia que surgieron en el seno de su propio partido, el ministro afirmó que “cuando uno se encuentra en una situación crítica debe utilizar todos los instrumentos disponibles. Hacer un ajuste fiscal es lo corriente cuando se tiene un alto endeudamiento. Esto no es de derecha ni de izquierda. El resultado fue que conseguimos lo que buscábamos, el riesgo país ya está por debajo de los 800 puntos y el crédito internacional comenzó a regresar al país”, describió.
El colaborador de Lula insistió en que la prioridad del gobierno del PT seguirá siendo combatir la pobreza y disminuir las desigualdades “que en nuestro país son muy profundas: tenemos 55 millones de pobres de los que 25 millones son indigentes”. Como el mercado no fue capaz de resolver estos problemas, “el brasileño será un Estado que practicará políticas activas en el área industrial, agrícola y de comercio exterior. Pero nuestra planificación no será intervencionista, sino moderna. Será consensuada y discutida con la sociedad, con los empresarios, con los trabajadores. Aspiramos a una planificación participativa y descentralizada”, destacó.
Al momento de hacer un balance sobre la situación de la integración regional, Mantega aclaró que aún no es tiempo para una moneda común, un objetivo que situó en el largo plazo. También agregó que, antes que pensar en el ALCA, donde el principal problema es “el proteccionismo de EstadosUnidos”, la región debe trabajar en “aproximar el Mercosur a América del Sur. Esto permitiría negociar en condiciones más favorables con el resto del mundo”, concluyó.