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El director argentino Adolfo Aristarain se llevó anoche el Premio Goya, equivalente español del Oscar, al mejor guión adaptado por su película Lugares comunes. La española Mercedes Sampietro, que coprotagonizó el film de Aristarain, fue premiada como mejor actriz. Otro argentino, el publicista Julio Wallovits, fue distinguido con el premio a la mejor dirección novel –junto al español Roger Gual– por Smoking room. Como mejor película extranjera de habla hispana fue elegida la uruguaya El último tren, de Diego Arsuaga, en la que actuaron los argentinos Federico Luppi, Gastón Pauls, Héctor Alterio y Pepe Soriano.
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entregó ayer la 17ª edición de los Premios Goya, en una ceremonia que se realizó en Madrid. El español Javier Bardem recibió el premio mejor interpretación masculina por su papel en Los lunes al sol. El film del español Fernando León de Aranoa fue el gran vencedor de la noche, al llevarse el galardón a la mejor película, a la mejor dirección, al mejor intérprete masculino protagonista, al mejor actor de reparto (Luis Tosar) y al actor revelación (José Angel Egido).
La Academia de Cine española eligió como mejor película europea a El pianista, de Roman Polanski, y a Geraldine Chaplin como mejor actriz de reparto. Curiosamente, la película de Pedro Almodóvar Hable con ella, gran favorita, sólo recibió un Goya a la mejor música original de Alberto Iglesias.
La película de Aristarain competía con El caballero Don Quijote, de Manuel Gutiérrez Aragón; El embrujo de Shangai, de Fernando Trueba, y Volverás, de Antonio Chavarrías. Lugares comunes es una coproducción hispano-argentina inspirada en una novela inédita de su primo Lorenzo Aristarain, con un guión escrito por el director y su esposa, Kathy Saavedra. Protagonizada por Federico Luppi y Sampietro, en septiembre de 2002, el film conquistó dos premios en el Festival de San Sebastián: mejor actriz y mejor guión. En noviembre, Aristarain fue galardonado en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva con el Premio Ciudad de Huelva, en reconocimiento al conjunto de su filmografía.
En la película, Sampietro interpreta a la esposa española de Fernando, el profesor de pedagogía encarnado por Luppi, una mujer dedicada a la asistencia social en los barrios marginales. La actriz competía con Leonor Watling (por A mi madre le gustan las mujeres), Ana Fernández (por Historia de un beso) y Adriana Ozores (por La vida de nadie) y se llevó el galardón a la mejor interpretación femenina.
Igual que cuando recibió la Concha de Plata por este mismo papel en el Festival de Cine de San Sebastián, la actriz dedicó el premio al pueblo argentino que –dijo– “sufre como otros pueblos la indecencia de la clase política”. Y se despidió del escenario con la misma consigna que muchos de los premiados: “No a la guerra”.
El otro argentino premiado fue Wallovits, un publicista radicado en España desde hace 12 años que, junto con Gual, dirigió Smoking room. Los jóvenes directores competían con Inés París y Daniela Fejerman, por A mi madre le gustan las mujeres; Eduard Cortés, por La vida de nadie, y Ramón Salazar, por Piedras. Igual que muchos de los premiados, Wallovits se refirió a la posibilidad de un conflicto de EE.UU. contra Irak y pidió “hacerle la guerra a la guerra”.
La uruguaya El último tren se enfrentaba a Un día de suerte, de Sandra Gugliotta, a la mexicana El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera, y a la cubana Nada+, de Juan Carlos Cremata, y se llevó el Goya a mejor película extranjera de habla hispana.