CULTURA
“Hay voluntad, pero no todo se puede cambiar”
Nacha Guevara y J. González Fraga explicaron por qué se alejaron del Fondo Nacional de las Artes.
Por Oscar Ranzani
Todo volvió a ser incertidumbre en el Fondo Nacional de las Artes. Ayer se cumplieron exactamente ocho meses desde que el organismo no tiene conducción oficial. A tono con el “aniversario”, Nacha Guevara y Javier González Fraga, elegidos por el presidente de la Nación, Néstor Kirchner, para ocupar la dirección ejecutiva y la presidencia, respectivamente, renunciaron antes de jurar como autoridades. A dos meses y medio del anuncio de la designación de la artista y del economista, todo volvió a estar como antes. Guevara había reconocido la necesidad de que los cargos directivos fueran rentados. Además debía crearse la figura de “directora ejecutiva”, cargo inexistente en el escalafón hasta el momento. Para ello se necesitaba un decreto que, según fuentes de la Secretaría de Cultura de la Nación, aseguran que ya estaba casi listo, pero que debía seguir el camino administrativo correspondiente.
El Fondo Nacional de las Artes se creó en 1958 y su estatuto contemplaba la remuneración para los cargos mediante un decreto ley. Pero durante la gestión de Amalia Lacroze de Fortabat (con doce años ininterrumpidos como presidenta del Fondo) se decidió dar marcha atrás con la medida. Luego de la dimisión de Fortabat (la última presidenta elegida) y ante el anuncio de las nuevas designaciones se puso nuevamente en el tapete la discusión sobre la remuneración. Pero al parecer no fueron estas dos razones discutidas previamente (cargos rentados y la creación del puesto de directora ejecutiva) los motivos de la decisión de Guevara y de González Fraga. Ambos reconocieron que su determinación no tuvo que ver con “una cuestión salarial”, sino más bien con las trabas referidas a sus proyectos de transformación.
Guevara reconoció “que no quería soluciones forzadas”. Y dijo que el presidente Kirchner la había convocado para hacer “una transformación en el Fondo”, pero sostuvo que “muchas veces hay voluntad (del Presidente), pero no todo se puede cambiar”. Si bien manifestó “no querer entrar en conventillos”, admitió que el tema se habló varias veces en reuniones con el secretario de Cultura. González Fraga coincidió con Guevara en que “había que hacer muchos cambios y perdimos mucho tiempo, pero uno no puede estar tanto tiempo esperando”. También aclaró, al igual que Guevara, que su renuncia no se debe a la falta de presupuesto para sus sueldos.
Las declaraciones de ambos erizaron la piel de los funcionarios de la Secretaría de Cultura que, según manifestaron, se enteraron por los medios de la decisión. “Espero que se serenen ya que serían muy útiles en esos cargos, pero que respeten el funcionamiento del Estado nacional y sus tiempos que siempre son lentos y que se acostumbren a la disciplina orgánica del Estado”, expresó fastidiado Jorge Carman, vocero de Di Tella. A pesar de las declaraciones, Di Tella se manifestó optimista. “Yo en el fondo creo que van a aceptar, que van a reconsiderar la medida. Porque todo el proceso está muy demorado desde principios de año”, reconoció el funcionario. “Además no se sabe de dónde van a salir los fondos aunque yo dije que estoy dispuesto a reasignar partidas –ya que el Gobierno lo quiere– de otras partes al Fondo”, aseguró.
La actriz también relató que días atrás le alcanzaron una carta al presidente Kirchner en la que le informaban que “lo liberábamos del compromiso, porque tanto González Fraga como yo queremos ser parte de soluciones, no de problemas”. “Tampoco queremos empobrecer al Fondo Nacional de las Artes, que ya está suficientemente pobre y nuestra idea era enriquecerlo”, admitió Guevara.