EL PAíS › LOS LLAMADOS RECIBIDOS POR UN DETENIDO EN PARAGUAY
Buscan una conexión con la causa AMIA
Barakat, del Hezbollah, detenido en Ciudad del Este, recibió llamadas desde un celular que se habría usado para coordinar el atentado.
Por Raúl Kollmann
La policía paraguaya enviará a los investigadores del caso AMIA en Buenos Aires información sobre Hattem Ahmad Barakat, un libanés detenido el martes pasado en Ciudad del Este por falsificación de documentos. Barakat y su familiar Assad Ahmad Barakat fueron caras visibles del partido libanés Hezbollah, la estructura legal y parlamentaria que tiene a su vez un brazo armado al que se acusa del atentado contra la AMIA. En las últimas pistas que se investigan respecto del ataque de la calle Pasteur, se sospecha que la coordinación del atentado se hizo desde Ciudad del Este a través de una persona que utilizó el celular 55-45-9751161 a nombre de un tal André Marques. Desde ese teléfono, se realizaron numerosas llamadas a Buenos Aires entre el 1O y el 18 de julio de 1994, hasta dos horas antes del atentado. Ese celular nunca más se usó, ni antes ni después de aquellas fechas, por ello las sospechas. Entre las comunicaciones que se hicieron desde ese teléfono hubo varias a los Barakat, por lo cual la información que llegará desde Paraguay será analizada por el juez Rodolfo Canicoba Corral y todos los que están trabajando esa pista.
Estados Unidos y el Mossad siempre insistieron en que Ciudad del Este y la Triple Frontera son un escenario en el que se desarrolla algún tipo de actividad terrorista, al punto de que recientemente se supo que en el informe del Congreso de Estados Unidos sobre el atentado a las Torres Gemelas se relata que al propio George W. Bush le presentaron un plan para atacar la Triple Frontera como respuesta a ese atentado.
Los análisis más serios indican que, por ejemplo, los Barakat no son figuras clandestinas del Hezbollah sino las personalidades públicas de ese partido-organización, al punto de que uno de ellos se presenta como presidente de Hezbollah en Ciudad del Este. Lo que se cree es que recaudan dinero con el argumento –muy aceptado en Medio Oriente– de que Hezbollah es un partido de la resistencia a la ocupación israelí en El Líbano y que con el dinero se ayuda esencialmente a las obras sociales que realizan. Los especialistas en antiterrorismo alegan que nunca se sabe si el dinero va para fines sociales o sirve para armar combatientes.
El comisario Pedro Contreras, director de Interpol en Paraguay, informó que sólo se enviarán informes a Buenos Aires y que no existe una solicitud de extradición proveniente del juzgado de Canicoba Corral. “Nos pidieron un informe, no una extradición”, remarcó el funcionario.
Los investigadores argentinos que todavía intentan echar luz sobre el atentado realizado hace diez años insisten en que Paraguay entregue un completo informe de las comunicaciones telefónicas del celular que funcionó a nombre de André Marques. Lo que se sabe hasta el momento es que la primera llamada a ese número se hizo el 1O de julio de 1994 desde Aeroparque. Luego hubo varias llamadas realizadas desde locutorios, algunas cerca de la AMIA, otras cerca de la mezquita más allegada al agregado cultural iraní Moshen Rabbani y otras desde la central de Telefónica en Maipú y Corrientes. A su vez, desde el celular de André Marques hubo llamadas a El Líbano, a una especie de central de Hezbollah que se ocupa de Latinoamérica, y a domicilios en Nueva York, Berlín y San Pablo, donde –según los servicios de inteligencia– operaban hombres de los grupos combativos de la organización. Finalmente, la última llamada al celular en Ciudad del Este se realizó el 18 de julio de 1994, a las 7.30, desde el aeropuerto de Ezeiza. El celular nunca más se volvió a usar. A ello hay que agregar que el supuesto André Marques también habló varias veces con los Bakarat, los detenidos en Ciudad del Este.
No hay evidencia alguna de que ese entramado haya estado relacionado con el atentado, pero parte de los investigadores –de la SIDE, algunos en el Ministerio de Justicia y en Tribunales– creen que es una pista que al menos merece ser investigada. En lo que no hay dudas es en que resulta relevante saber si del celular de André Marques o de alguno de los teléfonos con los que hubo comunicación desde ese celular, llamaron a alguna dirección o algún teléfono en Buenos Aires. Lo sustancial para la pesquisa argentina es determinar quién colaboró aquí con el atentado y, por ejemplo, en qué taller o garage se armó el coche-bomba.
Más que la extradición de los Barakat lo que les interesa a los investigadores argentinos es que Brasil, Estados Unidos y Alemania entreguen primero información precisa sobre las comunicaciones realizadas desde el celular. A partir de saber a qué teléfono llamaron a Buenos Aires desde el celular a nombre de Marques, tal vez se encuentren preguntas para hacerles a los detenidos Barakat. Y será ese el momento –si es que se encuentran elementos– en que podrá evaluarse un pedido de extradición a los Barakat o un interrogatorio en Paraguay.