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Aquellos jóvenes que sientan una genuina vocación por el arte y no dispongan de medios, apoyo o estímulo para desarrollar sus expresiones tendrán la posibilidad de poner en práctica su creatividad a través del Festival de Arte Joven Sub-18. Mediante la primera edición de esta propuesta podrán participar en diversas manifestaciones artísticas y culturales como la música, teatro, danza, circo, fotografía, artes visuales, periodismo, literatura y diseño, entre otras opciones. Se trata de una iniciativa conjunta de las secretarías de Cultura y de Educación de la ciudad que, según sus organizadores, tiene como objetivo “enmarcar y fomentar la producción cultural de los jóvenes, brindar herramientas formativas y técnicas, promover encuentros e intercambio de proyectos y generar espacios de muestra y producción”. A su vez, desde ambas carteras aseguran que “será un complemento a la escolaridad formal de los estudiantes secundarios y una herramienta de inclusión social”.
Ayer se realizó la presentación oficial en el Palacio San Miguel con la participación del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra; el secretario de Cultura, Gustavo López, y la secretaria de Educación, Roxana Perazza. Allí explicaron los alcances de la propuesta: en las presentaciones individuales podrán participar menores de 18 años. Para las grupales podrá haber hasta un 50 por ciento de mayores que estén escolarizados. En ambos casos deberán residir en la ciudad o bien que concurran a una escuela porteña. Los interesados podrán inscribirse desde el 23 de mayo hasta el 5 de junio de este año. Durante las vacaciones de invierno se exhibirán las obras preseleccionadas en una megamuestra en El Dorrego. Allí un comité de notables hará una nueva selección y los elegidos pasarán a la etapa de tutorías. Durante el proceso denominado de “perfeccionamiento, estímulo y seguimiento de producciones de los artistas seleccionados”, destacadas personalidades trabajarán con estos jóvenes donde les enseñarán a perfeccionar su arte brindándoles herramientas para la producción y la posproducción de sus obras. A fin de año se presentarán los trabajos resultantes de todo este proceso en centros culturales, publicaciones institucionales y eventos de las secretarías de Cultura y de Educación de la ciudad y se apoyará la difusión de las obras en espacios privados.
Las disciplinas pensadas para el Festival (que no tiene un fin competitivo) son siete: “Sonidos” (rock, pop, tango, etc.), “Escena” (teatro, danza contemporánea, circo, etc.), “Encuadres” (cortometraje, video clips, documental y fotografía), “Texturas” (pintura, escultura y grabados, entre otros), “Zona Media” (crónicas e investigaciones periodísticas, por ejemplo), “Tintas” (letras de canciones, historietas, humor gráfico, etc.) y “Cyberia” (diseño de sitios webs, animación, etc.). “Es otra iniciativa más entre todas las políticas del gobierno de la ciudad destinadas a los jóvenes y que busca un desarrollo integral, no condicionado”, puntualizó Ibarra. “Por eso son espacios que se abren para que los jóvenes muestren lo suyo, no con un criterio paternalista porque esto lo rechazaríamos de plano, pero sí posibilitar que muchos que tienen iniciativa, talento, creatividad, puedan mostrarla, desarrollarla y perfeccionarla”, agregó.