EL PAíS › PRESTADOR ACUSADO SE DEFIENDE ANUNCIANDO JUICIOS
No paran las amenazas en el PAMI
Los colaboradores de Graciela Ocaña adelantaron que presentarán una denuncia por amenazas hechas desde un teléfono del gremio de los gastronómicos de Luis Barrionuevo, junto con la demanda contra Romano.
Por Martín Piqué
“Va a haber muchos conflictos”, pronosticó la directora ejecutiva del PAMI, Graciela Ocaña. Fue una profecía autocumplida. La denuncia que hizo contra el empresario Rubén Romano generó un terremoto entre los prestadores privados de la obra social. También entre los funcionarios de la intervención. “Como peligran sus negocios, dice que es más barato mandarme a matar”, fue la frase textual de Ocaña. La pronunció en una entrevista de Página/12. Ayer, un día después de acusar a Romano por las presuntas amenazas, sus colaboradores revelaron que junto a la denuncia penal presentarán un informe de la UFI del PAMI, que encabeza Carlos Stornelli, en donde consta que el 9 de febrero un directivo recibió amenazas anónimas desde la Utgra, el gremio de Gastronómicos. Romano, por su parte, desmintió la imputación de Ocaña, la acusó de “extorsión” y dijo que le iniciará un juicio civil y otro penal.
Romano es titular de la Asociación de Empresas de Salud de la República Argentina (Aesra), que agrupa a muchas clínicas de la provincia de Buenos Aires. También es empresario en el sector. Ayer, los allegados de Ocaña dijeron que junto a la demanda judicial (que todavía no fue presentada a la Justicia) adjuntarán una denuncia policial que involucra al sindicalista Luis Barrionuevo. Según uno de los voceros de la interventora, el coordinador ejecutivo del PAMI, Santiago Nardelli, recibió en su teléfono un mensaje intimidatorio.
“Prestá atención a Entre Ríos, que por ahí comenzamos. Vamos por tu cabeza y la de tu jefa.” Ese habría sido el mensaje que una voz masculina transmitió en forma anónima en el teléfono interno de Nardelli. Tras la intervención de Stornelli, la Policía Federal descubrió que la llamada había partido de la Unión de Trabajadores Gastronómicos de la República Argentina (Utgra). Ocaña cree que ese mensaje está vinculado a las amenazas que denunció haber recibido de Romano. También lo relaciona con la advertencia que sufrieron los médicos entrerrianos que aceptaron trabajar para el PAMI en forma directa. La federación de médicos de la provincia los amenazó con quitarles el seguro de mala praxis.
Quienes conocen el funcionamiento de la obra social no se sorprendieron por el episodio. “Históricamente, Romano representó los intereses de las gerenciadoras. El tema del apriete con el corte de servicios no es nuevo. Conociendo a estos personajes, fue un error demorarse tanto con el cambio del modelo prestacional”, opinó el defensor del pueblo para la Tercera Edad, Eugenio Semino, en diálogo con este diario.
Consultado por Página/12, el propio Romano dio su versión de los hechos: “No me gusta que nadie me extorsione. Tengo familia y en mis empresas figuro yo. No tengo testaferros. A la licenciada (Ocaña) le voy a hacer un juicio penal y otro civil. No me puede acusar a mí diciendo que escuchó en los pasillos o que escuchó un comentario. Es muy poco serio. Es una acusación tan grave como la que hace ella. Yo no soy ningún matón, ningún asesino, como dice ella”, aseguró Romano en diálogo con este diario.
–¿Usted desmiente que la haya amenazado?
–Por mis tres hijos, que son lo que más quiero en el mundo, jamás la amenacé a ella ni a nadie. Sí le dije al contador Vitar (José, ex diputado del Frepaso y el ARI, actual coordinador de UGL del PAMI) que ella era una hija de puta y que Dios la está mirando desde el cielo. Porque no se rasga las vestiduras y no sabe que los jubilados no están teniendo una buena atención. Además, cada vez que vamos a hacer una jornada de salud con las cámaras de clínicas para denunciar lo que pasa en el PAMI, nos extorsionan. Si uno se reúne con ella y no te ponés de acuerdo, Ocaña denuncia que la quisieron extorsionar. Nosotros no tenemos plata para gastar en la prensa, como tiene ella.
Hace unos años, la trayectoria meteórica de Romano en la década de los ’90 despertó la curiosidad periodística. Según una nota de la revistaVeintidós, en 1989 Romano servía café y llevaba expedientes en el viejo Correo estatal, ENCoTEL. Tras ser despedido por “faltas injustificadas”, Romano trabajó en la obra social de los telepostales. Luego comenzó su carrera de empresario. Fundó la empresa OMA, una gerenciadora del PAMI. Después fundó otra compañía, que también logró un contrato suculento con el PAMI. Según esa investigación, un dirigente del gremio telepostal aseguró que Romano llegó a ese puesto por influencia de Barrionuevo.