CULTURA
“En Argentina, Cortázar ha sido muy maltratado”
El catedrático y escritor español Miguel Herráez presentó ayer en Madrid una biografía del autor de “Rayuela” afirmando que su obra sufrió varios períodos de maltrato por parte de la crítica argentina.
El escritor español Miguel Herráez presentó ayer en Madrid su biografía de Julio Cortázar afirmando que siempre le ha parecido increíble que en la Argentina su figura y su obra hayan sido maltratadas durante largos períodos por la crítica especializada. Herráez, doctor en Filología Hispánica y profesor de Crítica Literaria, consideró que lo más grave de ese proceso histórico es que muchos lectores argentinos acaso no hayan encontrado en sus críticos un criterio acorde con su propia consideración de la obra del autor de Rayuela. “Para mí, es una auténtica paradoja cómo en la Argentina, en ciertos círculos, aún se mantiene en cuarentena a Cortázar y es curioso en este sentido que en Europa, y específicamente en España, su producción goce de plena reputación y crezca con los días en solidez y prestigio”, dijo el autor de Julio Cortázar.
El prólogo de la biografía presentada ayer en Madrid fue concretado por el escritor y ex vicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez, quien destaca la vida de Cortázar en el contexto de América latina en los años sesenta, con el trasfondo del giro hacia el marxismo de la Revolución Cubana, la muerte de Che Guevara en Bolivia en 1967, las jornadas revolucionarias del Mayo Francés en la primavera de 1968, entre otros tópicos. El nicaragüense destaca que Cortázar es aún un ejemplo de la actitud de compromiso que un escritor debe tener, tanto con su obra como con la realidad política del mundo. Cortázar, apunta Ramírez, era impecable en ambos planos. Herráez, al hablar sobre eso, recordó que su admiración por Cortázar nació en su juventud, en los años del franquismo, básicamente a partir de la lectura de sus cuentos, que le hicieron cambiar su visión del mundo y de las posibilidades del idioma. Julio Cortázar, publicado por la institución cultural Alfonso El Magnánimo de Valencia, puede leerse, como un homenaje: reconstruye la trayectoria vital y la producción literaria del escritor desde el punto de vista de un lector encandilado.
Herráez (1957) contó que utilizó muchos años en reconstruir la vida de Cortázar a partir del estudio de cientos de cartas, notas y artículos periodísticos, otros volúmenes dedicados a su producción y encuentros directos con personas que lo trataron, entre ellos varios escritores europeos. La obra, contó, es entonces el resultado de una investigación de campo, que lo llevó a recorrer, guiado por los textos de Cortázar y las anécdotas sobre su personalidad, algunas ciudades de la Argentina, Francia y España. “Creí necesario, también, una cierta especulación novelesca sobre la vida del escritor”, definió el autor. “El libro versa sobre Cortázar, pero también de aquellos lugares y tiempos que atravesó el escritor, desde sus años de niño hasta la época del autor consagrado en París.”
Cortázar, como se sabe, nació en Bélgica, vivió desde pequeño en una Argentina que luego estaría omnipresente en su obra, pero desde los años ‘50 residió en París, donde escribió buena parte de sus cuentos y relatos. La publicación en 1964 de Rayuela, una novela de ruptura con el canon literario, lo convirtió en una celebridad internacional y en cabeza de lo que los críticos europeos llamaron luego “el boom latinoamericano”. En la Argentina, el ninguneo de la crítica a la que aludió ayer Herráez, comenzó con su decidido y permanente apoyo a la Revolución Cubana y continuó en los años ‘80 y principios de los ‘90, cuando nuevas generaciones de narradores lo vieron, erróneamente, como un modelo instalado a derribar.