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Más allá de la urgencia por desarmar el corralito, una de las preocupaciones centrales del equipo económico es cómo recomponer la maltrecha cadena de pagos. Los enormes problemas de liquidez bloquean cualquier posibilidad de reactivación. Una alternativa en estudio es facilitar la movilidad del dinero atrapado dentro del sistema financiero, creando medios de pago bancarios que podrán utilizarse para adquirir todo tipo de bienes de manera mucho más ágil que la actual.
El tema se analizó en la reunión que Jorge Remes Lenicov mantuvo anteayer con los representantes de la banca pública, cooperativa y provincial, nucleada en Abappra. Enrique Olivera, del Banco Nación; Ricardo Gutiérrez, del Provincia; Roberto Feletti, del Ciudad, y Carlos Heller, del Credicoop, encabezan el grupo de banqueros que trabaja más cerca del gobierno y que procura bajar a tierra algunas ideas planteadas por el equipo económico.
Una de ellas es que los ahorristas puedan transformar el dinero cautivo en “Letras de Liquidez Bancaria” para adquirir productos. Quien tenga ahorros retenidos tendrá la opción de pedir las Letras –que se entregarían como chequeras– para utilizar ese seudo dinero en los comercios. Hace dos semanas, en el último día de Adolfo Rodríguez Saá como presidente, economistas del peronismo habían analizado esta propuesta. Entre ellos estaban Remes Lenicov y Jorge Capitanich.
En aquel momento se había denominado al instrumento “títulos circulatorios” y funcionaba como las letras: a medida que su tenedor va entregando cupones, el monto se debita de su cuenta. Sin embargo, apareció un obstáculo: por tanteos que se hicieron en distintos rubros –inmobiliarias, concesionarias, cadenas de electrodomésticos– se comprobó que en varias entidades estaban dispuestos a aceptar cupones de algunos bancos, pero rechazaban los de otros. Por lo tanto, ahora se analiza crear las letras sin identificación para evitar que sean rechazadas. “Tenemos que reparar la cadena de pagos sin generar inflación ni darle efectivo a la gente para que no corra a comprar dólares”, explicaron cerca de Remes a este diario, describiendo la complejidad del desafío. Las letras serían una opción para comenzar a resolverlo.