CULTURA
Retratos sin arrugas
La serie de retratos, estilo foto carnet, fue una experiencia divertida para el artista porque, como él mismo sostiene, le permitió comprobar esos mecanismos de la sociedad, por ejemplo la negación del fluir del tiempo, que revela el arte. “Al lado de cada foto, estaba el propio identikit de cada persona. Les había pedido que hicieran sus retratos, sin mi intervención, ayudados por un programa que me facilitó la Gendarmería francesa –explica Berra–. Las personas, entonces, tenían que elaborar sus retratos sin poder mirarse, sin usar espejos, intentando restituir la imagen que tenían de sí mismos. Al final, se confrontaba la foto con el retrato. Aunque el programa tenía arrugas, nadie se veía con arrugas, no las querían usar aunque las tuvieran”.