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La derrota ante Gimnasia por la Copa Sudamericana volvió a poner en discusión la continuidad del entrenador de Boca, Oscar Tabárez, que en esta segunda incursión por el club de la Ribera, luego de aquella exitosa etapa entre 1991 y 1993, no ha sabido sembrar los lauros que del equipo se esperaba. Sectores mediáticos cercanos al presidente Mauricio Macri instalaron muy pronto a Miguel Brindisi, recientemente desvinculado de Huracán, como el casi seguro reemplazante, pero Brindisi desmintió ayer haberse reunido con dirigentes de Boca. El contrato de Tabárez vence el 31 de diciembre, y aunque crece en sectores de la Comisión Directiva del club la voluntad de reemplazarlo, se especula con que el uruguayo podrá completar su contrato.
No ha sido 2002 un año pletórico de éxitos en Boca: terminó tercero el torneo Clausura, después de haber perdido con River y Racing, y empatado con San Lorenzo e Independiente, y fue eliminado en los cuartos de final de la Copa Libertadores con el Olimpia de Paraguay; esa eliminación ventiló los primeros rumores sobre la posible remoción del entrenador.
En el corriente Apertura, la campaña tampoco es sólida. Ocupa la tercera posición en la tabla, a tres puntos del líder, pero en el último mes solo ganó dos de los cinco partidos que jugó, ante Estudiantes y Gimnasia; también empató con San Lorenzo y perdió con Lanús, antes de la derrota del miércoles por la noche. Según su contrato, Tabárez percibirá por su año de trabajo 500.000 dólares más 200.000 pesos. Ahora, los dirigentes lamentan que en el único torneo que le queda por jugar a Boca con ingresos en moneda norteamericana –la Copa Sudamericana– la eliminación esté más que próxima. “Tabárez subestimó a Gimnasia, pero Boca respetará su contrato” aseguró una fuente dirigencial a Página/12. Los medios vinculados con la realización de la Copa –que es transmitida por Fox, con producción periodística de Torneos y Competencias– también resienten la posible eliminación, que alejaría la chance de que Boca y River (si es que éstos eliminan a Racing) se enfrenten en la siguiente fase.
Algunos dirigentes están disgustados porque Tabárez incluyó a suplentes en el partido por la Copa Sudamericana contra Gimnasia, y lo que consideran como un error de juicio del entrenador está a punto de costarles la eliminación de un torneo que en la primera fase entrega 50.000 dólares y promete tres millones para el campeón. Para evitar la eliminación, Boca deberá ganar la revancha por tres goles de diferencia -o por dos para ir a los penales–, un partido que se jugará el miércoles que viene en Salta, una decisión que le reportará a Boca unos 100 mil pesos, pero que le trajo problemas con sus plateístas...
“Desmiento rotundamente cualquier reunión con gente de Boca –afirmó ayer Brindisi–. Esto es absolutamente negativo, absolutamente mentiroso y absolutamente desafortunado”. Brindisi, que tres semanas atrás renunció a la dirección técnica de Huracán por los malos resultados, aseguró: “si estuviera en el pellejo del señor Tabárez no me gustaría que se hable de todo esto. Por eso desmiento rotundamente cualquier reunión que se pudo haber mencionado por ahí”.
Enterado de que la versión incluía un supuesto acuerdo verbal suyo con el presidente de Boca, Mauricio Macri, Brindisi dijo estar “sorprendido otra vez” y comentó que “se vuelve a repetir la misma historia de siempre”, en alusión a que su nombre comienza a sonar cada vez que se habla de un posible nuevo técnico
En 1997, cuando fue designado Héctor Veira como entrenador, estuvo incluido en la lista junto con Alfio Basile. En julio de 1998, cuando se pensó en un reemplazante para Veira, nuevamente figuró Brindisi, en el lote de postulantes con Daniel Passarella y Carlos Bianchi. En ese momento, el propio Macri eligió a Bianchi.