Regatas de Corrientes consiguió el título más importante de su historia al obtener la Liga Sudamericana de básquetbol gracias a su victoria 73-65 sobre Flamengo, con lo que cerró la serie 3-2. El conjunto correntino basó su título en su fuerte localía, donde se impuso en los tres encuentros que disputó. De esta manera, los conjuntos argentinos continúan con su hegemonía en el certamen, con nueve campeonatos en doce ediciones.

El encuentro decisivo fue una auténtica final, con mucha fricción y acciones deslucidas de los dos equipos, pero con una emoción y una intensidad que sostuvieron el espectáculo. En ese contexto, Regatas siempre fue manteniendo una pequeña ventaja desde el parcial 10-0 que logró en el arranque y que le posibilitó aguantar la embestida de los brasileños en el último cuarto. Alejandro Montecchia y el estadounidense Ramzee Stanton fueron los pilares del conjunto correntino, con 14 puntos cada uno. Del lado de los visitantes, el hombre más importante fue Marcelinho, autor de 35 unidades.

“Fue una noche de ensueño para Regatas. Dentro de diez años, cuando yo no esté en Corrientes, van a recordar esta final contra Flamengo”, indicó el director técnico Silvio Santander. “En la historia del club pasaron entrenadores de gran renombre. Sin embargo, a mí me tocó ser parte de los momentos más importantes. No se puede pedir mucho más”, sostuvo Santander. “Creo que eso demuestra todo lo bien que se trabajó. Corrientes está en la cúspide del básquetbol sudamericano. Formamos un grupo espectacular que dio todo. Además, cada vez que necesitamos algo la dirigencia fue al frente y la gente es espectacular. Volvió a demostrar la pasión que tiene. Soy un agradecido por ser parte de esto”, reconoció.

Otro que se mostró muy feliz fue Montecchia, que con este título pudo concretar una revancha personal. Es que el base campeón olímpico en Atenas se perdió gran parte de la temporada pasada y de ésta por las lesiones, por lo que festejó el logro de manera especial. Y como capitán del equipo recibió la copa de campeón, ante el caluroso aplauso de las casi cuatro mil personas que colmaron el estadio De los Sueños.