Independientemente de la enfatización y alargamiento de la “i” latina cuando el locutor de la “Voz del Estadio” anunciaba a Antonio Rattin en la formación de Boca promediando el siglo pasado, y del “Giunta, Giunta, Giunta / huevos, huevos, huevos” que los hinchas entonaban cuando a sus entenderes las circunstancias lo requerían, sería bueno que se repasara con prolijidad la nómina de ídolos de Boca, en especial por estos días en los que, como ocurre no pocas veces, se utilizan a veces errónea, a veces falazmente, ciertos términos. Se ha dicho y escrito hasta el cansancio en los últimos días, y años también, que hay equipos con “mística copera”, y allí se incluyeron a Estudiantes de La Plata y a Boca, sin establecer exactamente el significado de tal afirmación.

Ahora, pocas horas después de la victoria boquense frente a Cruzeiro, parece que la moda está en decir y escribir que “Boca ganó a lo Boca”. Como si los únicos antecedentes del “a lo Boca” fuesen Rattin y Giunta. Como si Angel Clemente Rojas o Diego Maradona, en las antípodas futboleras de Rattin y de Giunta, así como Guillermo Barros Schelotto y Juan Román Riquelme, los dos últimos grandes ídolos del club, no tuviesen nada que ver con el “a lo Boca”. Todo esto aunque Martín Palermo, el otro gran ídolo de estos tiempos, no forme parte de la cofradía de los exquisitos.