El ex lateral Jorginho, campeón con Brasil en el Mundial 1994, demostró ser un digno ayudante del técnico Dunga en el seleccionado olímpico: les pidió a los periodistas de su país que se abstengan de divulgar informaciones sobre las actividades de la selección que puedan ser “estratégicas” para Camerún, el rival de los cuartos de final, que ya eliminara al equipo brasileño en los Juegos de Sydney 2000. “A partir de ahora, ya no puede haber errores –alertó un Jorginho de tendencias corporativas–. Cualquier cuidado es justificable. La prensa debe entender que no podemos darle armas al adversario. Cualquier detalle es importante”, expresó. ¿Y los lectores, Jorginho?