La herida que provocó la derrota ante Boca todavía sigue abierta en la intimidad de River. Por ese motivo, el plantel intentará hoy comenzar a olvidar ese traspié, que desencadenó fuertes discusiones entre los jugadores después del partido, primero con insultos y luego con amenazas de tomarse a golpes de puño, según contaron allegados a la delegación. Además, esta Copa Sudamericana determinará también el futuro del técnico Diego Simeone, quien en el caso de no obtener el certamen dejaría la institución a fin de año, a pesar de la insistencia del presidente José Aguilar de renovarle el contrato. El rival por los cuartos de final será Chivas de México y habrá mucha expectativa por saber cómo será el recibimiento del público local.

Simeone tardó más de un día en tener contacto directo con sus dirigidos, debido a que luego del superclásico eligió no pasar por el vestuario. Y como el lunes casi ni habló con sus futbolistas, esperaba hacerlo ayer temprano, pero la lluvia postergó los planes para la tarde, a sólo 24 horas del duelo con los mexicanos. La charla se produjo después de la siesta y antes de comenzar la práctica vespertina. En ese cónclave, según comentaron los mismos allegados, se habló de todo lo relacionado con lo sucedido el domingo y el técnico les confirmó a sus dirigidos el equipo.

De esa manera, Simeone realizará dos modificaciones respecto del equipo que jugó ante Boca: el volante Leonardo Ponzio ingresará por Oscar Ahumada y el goleador uruguayo Sebastián Abreu –quien sólo está habilitado para jugar la Sudamericana– estará en lugar del paraguayo Santiago Salcedo.

En principio, el técnico tenía más dudas, y tenían que ver entre Facundo Quiroga o Eduardo Tuzzio –uno de los principales protagonistas de los cruces en el vestuario junto al arquero Juan Ojeda– para conformar la dupla central con Gustavo Cabral. Pero finalmente el capitán estará desde el inicio. Simeone cambiaría el esquema al pasar del 4-3-1-2 que presentó ante Boca a un 4-2-3-1, el mismo que utilizó en el torneo Clausura.

Los trabajos del plantel por la tarde se realizaron en una de las canchas auxiliares de césped sintético del estadio Monumental. Para alejar a los curiosos y a los periodistas, la cancha que eligió el conductor fue la más chica de las dos que posee, porque es la que está más alejada.

Simeone aprovechó la tarde para ensayar jugadas con pelota parada, tanto en ataque como en defensa, y también hubo ejercicios de definición para los delanteros.

Por su parte, Chivas, que llegó el lunes pasado al país y por la noche se entrenó en el estadio de San Lorenzo, no podrá contar con el defensor Gonzalo Pineda, quien se recupera de una distensión de ligamentos y se quedó en Guadalajara. Chivas se ubica en la novena posición de la tabla general del fútbol mexicano, a seis puntos del líder San Luis, y la Sudamericana es una competencia que seduce al entrenador Efraín Flores.

River viene de eliminar a Defensor Sporting en los octavos de final, mientras que Chivas dejó en el camino a Atlético Paranaense de Brasil.

RIVER: Ojeda; Ferrari, Cabral, Quiroga, Villagra; Ahumada o Ponzio, Abelairas; Rosales, Falcao García, Buonanotte; Abreu.

DT: D. Simeone.

CHIVAS (México): Hernández; Reynoso, Magallón, Mejía, Esparza; Solís, Morales, Arellano, Báez; Medina, Santana.

DT: Efraín Flores.

Estadio: River.

Arbitro: Víctor Hugo Rivera (Perú).

Hora: 19:45.

TV: Fox Sports.