DEPORTES › ESTUDIANTES LE GANO 1-0 CON UN GOL DESDE LOS 12 PASOS
Racing sigue soñando con los penales
El miércoles, San Lorenzo lo había eliminado de la Copa Sudamericana en la definición con tiros desde el punto del penal. Anoche, en La Plata, merecía mejor suerte cuando Farías acertó con el remate ante Campagnuolo. Estudiantes dejó el último lugar de la tabla.
Aquellos viejos duelos por la Copa Libertadores no encontraron en los equipos modelos 2002 de Racing y Estudiantes versiones dignas de esas titánicas batallas, aunque ambos conjuntos se las ingeniaron para entregar un partido con ciertos atractivos. El resultado no estuvo acorde con lo que había sucedido en el campo pero, como también sucedía en aquellos choques épicos de los ‘60, cualquier herramienta era útil para conquistar la victoria y el penal que Farías convirtió a veinte minutos del final, cuando el equipo platense había sido superado por el visitante, estuvo dentro de la tónica, sirviéndole a Malbernat –sobreviviente de aquellos choques– y los suyos para acreditarse el triunfo.
Este Racing de Ardiles, que está jugando mejor, que genera fútbol de interés del medio hacia arriba cuando Peralta está enchufado, hubiera debido tener mejor suerte. Pero Milito, que andaba derecho para el gol, no repuso la fortuna de los últimos partidos, terminó reemplazado, y en el cero se ahogaron todas las buenas intenciones de la visita.
De hecho, otra vez fueron los penales los que amargaron a los hinchas de Avellaneda. Así como el miércoles pasado San Lorenzo lo sacó de la Copa Sudamericana cuando Saja fusiló a Campagnuolo liquidando la ronda de penales, ayer otro remate desde el punto del penal lo dejó mascullando bronca. Fue a los 70, cuando Farías se metía en el área y Pumar, entrando desde atrás, lo barrió en el área para rechazar la pelota. Sequeira lo vio rápido, hubo pocas protestas, y el propio delantero de Trenque Lauquen lo pateó, un derechazo bajo al palo izquierdo de Campagnuolo, que había elegido el otro lado.
Era la segunda chance de gol que tenía Estudiantes: la primera había sido de Pompei en el primer tiempo, cuando reventó un bombazo en el travesaño. Antes y después de esa de Pompei, la libreta de anotaciones rebosó de situaciones creadas por los jugadores blanquicelestes.
Un repaso refresca la memoria: un tiro libre de Arano se fue cerquita del palo; Peralta se lo perdió, solo ante Docabo, cuando cabeceó por encima del travesaño; Pavlovich capturó un rebote para quedar mano a mano con el arquero, la pelota pegó en el cuerpo del golero y dio en el travesaño; un remate de Bedoya en el área encontró desvío cuando iba hacia el arco; Milito tiró de emboquillada sobre la salida de Docabo y la pelota se perdió apenitas por arriba del travesaño; Ubeda estrelló un cabezazo en el palo...
Pero la sola exhibición de la lista no enorgulleció a Ardiles, ni mucho menos. Porque los goles que no se hacen en un arco, se sabe, suelen sufrirse en el otro, y eso terminó pasando. Con tanta mala fortuna que el gol de penal quebró la voluntad de Racing, que no supo recuperarse. Estudiantes controló los últimos 20 minutos, pero no le alcanzó para justificar la victoria.