DEPORTES
El mejor pateador de Los Pumas se va a jugar fútbol americano
Gonzalo Quesada, el apertura que se ungió como goleador en el último Mundial de rugby, ahora en el Beziers, piensa en ir a la NFL.
Por Philippe Zygel
Desde Francia
Si bien todo comenzó con tono de broma, la posibilidad de que el rugbier argentino Gonzalo Quesada se desempeñe en el fútbol americano sigue creciendo. El apertura del Beziers de Francia, luego de una prueba realizada en Estados Unidos, y a los 28 años, comienza a analizar con más seriedad reconvertirse a la mejor remunerada National Foot-ball League (NFL). La chance comenzó con un contrato firmado hace dos años en las oficinas del grupo estadounidense de marketing deportivo IMG, que permitió que en Estados Unidos descubrieran la poderosa patada de Quesada. Sorpresivamente, el goleador del Mundial ‘99 no fue convocado por el técnico de Los Pumas, Marcelo Loffreda, para el encuentro de mañana ante Australia y la gira posterior por Italia e Irlanda (ver aparte).
“Incluso si ellos (los estadounidenses) no sabían nada de rugby, parecían muy impresionados y querían, a toda costa, hacer un ensayo con una pelota de fútbol americano”, recuerda Quesada. En aquella época, el máximo anotador de la última Copa del Mundo estaba bajo contrato con el club francés Narbonne, y debió rechazar la posibilidad de ser incorporado, en abril pasado, al “draft” (la lista de jugadores para ser reclutados por los equipos) de la NFL.
“Uno no tiene el derecho de dejar pasar una oportunidad de éstas. Mi familia y mis amigos no comprenden cómo es que todavía no fui para allá”, afirma Quesada, quien hace algunos años era empleado en una empresa de cosméticos, y ni siquiera soñaba con la posibilidad de una carrera profesional en Europa.
“Siempre me gustó ese deporte tan espectacular, la locura que hay alrededor. Nunca pensé que podría vivirla desde el interior. Además, no seamos hipócritas, está el tema del salario, que en este caso sí tiene mucho que ver”, insiste el jugador, quien en los años ‘80 tenía como ídolo a Joe Montana, el mítico quarterback de San Francisco. Durante sus vacaciones, Quesada estuvo algunos días en el centro deportivo de Bradenton, en Florida, supervisado por Franck Ganz, uno de los patriarcas del fútbol americano. “Me dediqué a patear el balón mientras tenía todo el tiempo dos cámaras enfocándome y grabando, para que Franck analizara todo, desde los gestos hasta el tiempo en que el balón permanecía en el aire”, dijo el argentino. En una oportunidad, el arquero paraguayo José Luis Chilavert también fue tentado para incorporarse a un equipo de la NFL.
Quesada recuerda un consejo clave: no perder tiempo antes de patear. Es que en el fútbol americano los adversarios no dudan en lanzar todo su peso contra el pateador... y una estatura de 1,84 metro y un peso de 88 kilos, en ese deporte, no asustan a nadie. Ahora la cita es el verano próximo, cuando el argentino será probado en un equipo en condiciones reales, mientras estudia si va para el otro lado del Atlántico, pero eso sí, nunca antes de la Copa del Mundo de Australia 2003.
Antes de dejar el rugby, Quesada quiere “haber vivido todo lo que quería experimentar”. Y el Mundial, integrando la Selección Argentina, Los Pumas, es una de esas cosas.