SOCIEDAD › LAS IDEAS CONTRA LOS SECUESTROS ELABORADAS POR EXPERTOS
Propuestas para contrarrestar la ola
Por Alejandra Dandan
“Aquí existe una anarquía en las bases de datos: es distinta la información de la Federal, de la Bonaerense y de la Gendarmería.” Enrique Gallesio es comandante general retirado de Gendarmería. Como especialista en inteligencia formó parte del núcleo coordinado por León Arslanian en la Comisión Asesora para la Prevención del Secuestro de Personas creada a pedido de Eduardo Duhalde ante la estampida de secuestros extorsivos en el país. Desde ese ámbito surgieron una serie de proyectos y, entre ellos, el diseño de un Nodo Informático Central que reunirá en una base de datos única la información recogida por las fuerzas de seguridad y la Justicia mientras desarrollan la investigación de cada caso. La puesta en marcha de ese diseño es inminente. La propuesta tiene forma de decreto y ahora está en la Secretaría Legal y Técnica del Ejecutivo esperando la aprobación.
Para quienes integraron aquel cónclave conocido como Comisión Arslanian, la sistematización de los datos es una de las medidas urgentes. Están convencidos de que la ola de secuestros en auge por estos días, sólo podrá frenarse si quienes apuestan saben que pueden perder más de lo que ganan: “Es la lógica del costo beneficio”, dice Gallesio. “Nosotros estamos pidiendo que aumenten las penas a prisión o reclusión perpetua con agravantes en caso de que los secuestrados sean menores de edad o mujeres embarazadas”, indica.
Cada uno de los reclamos de la comisión de notables espera ahora la aprobación del Congreso. Desde allí impulsan, entre otros aspectos, que se prorroguen las jurisdicciones de Capital a Provincia y que sean los fiscales quienes tomen en manos las investigaciones. Pero además de estos puntos, está aquel de la creación de una base de datos única, uno de los temas más controvertidos para quienes trabajan en inteligencia. La iniciativa fue elevada ya al Presidente por Alberto Iribarne, titular de la Secretaría de Seguridad Interior. La base de datos formará parte del Programa de Inteligencia Criminal, una herramienta que permitirá –explicaron fuentes de la Secretaría– reunir información en un Nodo central que estará conectado en red a otras bases de datos y al que tendrán acceso las principales fuentes de seguridad. La base estará a disposición también del ministerio público, es decir de los fiscales que lleven adelante cada uno de los casos. México es uno de los países de Latinoamérica con las estadísticas más altas en secuestros extorsivos y uno de los adelantados en el tema informático. Hace un año se puso en marcha allí un sistema de acopio de información similar al proyectado aquí para los secuestros.
El país está lejos todavía de ese orden pretendido: “La propia policía Federal y de la Provincia tienen datos incontrastables, lo mismo sucede con lo que reúne Gendarmería y los fiscales con acceso a información, los archivos y los modos de clasificarlos están hechos con diseños incompatibles”. Eso es para Gallesio lo que resolvería un administrador único, que pudiera conservar hasta registros de voz: “La base de datos de voces nos servirían para comparar si una misma persona, por ejemplo, participa o tuvo intervención en secuestros anteriores”.
De esta última explicación se desprende una de las hipótesis con las que la comisión diseñó buena parte del plan antisecuestros. Están convencidos de que las bandas que actúan en el país no son islas sino que trabajan de modo “muy organizado” con una suerte de división interna del trabajo, como lo hacen las organizaciones dedicadas al secuestro en México, Venezuela y Colombia. “Por la información de la Policía –explica ahora una fuente de Seguridad– se supone que en la provincia de Buenos Aires tienen identificadas a tres bandas que están trabajando con forma de organización muy sólida, una de ellas está en la zona sur y habría otras dos en el norte, aunque –aclara– no se sabe si esta última se fusiona en algunos casos.”
Los indicadores que permitirían hablar de “bandas” y de “organización” están concentrados sobre un aspecto: la especialización y la división deltrabajo. Como en las viejas fábricas fordistas, las bandas tienen los hombres suficientes y la fuerza necesaria como para dividir el trabajo: “Están quienes arman el negocio, quien guarda al secuestrado, quien secuestra y quien negocia –detalla la misma fuente–: todo esto lo completan con una sistematización jerárquica, de coberturas y de funcionamiento”. Este grado de especialización es el punto más singular para quienes estudian asuntos vinculados con el delito. En los países donde el secuestro está desarrollado como industria las bandas trabajan con un método semejante, pero hasta ahora eso no sucedía en el país.