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El clásico entre Huracán y San Lorenzo trae sones de guerra: fuentes de la policía confirmaron que la bandera gigante robada del Nuevo Gasómetro el pasado 4 de octubre fue quemada, mientras que otras ocho de menor tamaño fueron devueltas a sus dueños. Sin embargo, existe el temor de que mañana, en el estadio, los hinchas locales muestren partes de los estandartes sustraídos, lo que provoque hechos de violencia entre las dos barras.
Un alto funcionario de la Policía Federal le aseguró a la agencia Télam que el telón de 2800 metros cuadrados “no existe más”. De acuerdo con la fuente, la bandera ya fue quemada. En cambio, otras ocho fueron recuperadas, entre ellas una que lleva la inscripción “Buteler”, uno de los símbolos de la hinchada de San Lorenzo. Según la policía, cuatro de esas banderas fueron devueltas en las últimas horas, tras un encuentro secreto entre barrabravas de ambos clubes. “San Lorenzo recuperó ocho banderas y no cuatro como se dijo hasta ahora. La única que falta es el telón, pero ya fue quemado. No existe más”, señaló la fuente policial.
Con este nuevo panorama, los encargados del operativo de seguridad del clásico confían en que la situación se descomprima a partir de la devolución de los trapos. Sin embargo, el mayor temor es que durante el partido, la barra de Huracán muestre pedazos de la bandera quemada. Una versión que está circulando entre los hinchas establece que los simpatizantes locales van a desplegar su telón gigante y, después de recogerlo, exhibirán los trozos chamuscados y algunas banderas de San Lorenzo que todavía están en su poder. Incluso, hay quienes aseguraran que el cuervo gigante dibujado en el centro de la bandera no resultó dañado y que también será exhibido.
Ante esa posibilidad, la Policía Federaldispuso un amplio operativo que afectará a casi mil agentes, con varios cacheos a los hinchas y que contará con filmaciones hasta en los baños del estadio. Unos 650 policías serán financiados por el club local, que pagará 60 mil pesos, y el resto será costeado por el Estado. El presidente de Huracán, Marcelo Buenaga, el vicepresidente primero de San Lorenzo, Rafael Savino y el subcomisario de la seccional 28, Roberto Pérez Hernández, se reunieron ayer por la tarde para delinear todos los detalles del dispositivo de seguridad.
El propio presidente de Huracán admitió que el robo de las banderas aumentó el nerviosismo de cara al clásico. “El clima previo es bastante parecido al que se vive siempre antes de un clásico, con el plus del lamentable hecho delictivo relacionado con las banderas”, remarcó Buenaga, muy escéptico en cuanto al éxito del operativo policial. “Si los hinchas quieren enfrentarse lo harán en cualquier momento porque son vecinos”, indicó el titular huracanense.
El robo del telón se produjo el pasado 4 de octubre, cuando un grupos de delincuentes ingresó en una Traffic al estadio de San Lorenzo, se llevó las banderas allí guardadas y quemó documentación vinculada al ex presidente Fernando Miele. Luego, negociaron con la “José C. Paz”, una fracción de la barra de Huracán, la entrega de las banderas. A partir de allí, los simpatizantes de Parque Patricios se mofaron en cada partido de sus rivales, mientras que los de San Lorenzo soportaron las cargadas del resto de la hinchadas por haber perdido los trapos. El domingo pasado, los hinchas de River cantaron, con la música del hit de Sandro “Dame fuego// dame, dame fuego... la bandera se quemó”, anticipando la suerte que había corrido la bandera.