SOCIEDAD
La defensa logró voltear al fiscal del caso Grassi
Flores fue separado tras una denuncia de Moreno Ocampo. Ahora estudian recusar al juez.
Por Horacio Cecchi
Aunque por el momento no pueda decirse que se produjo un giro en la causa que mantiene tras las rejas a Julio César Grassi, algo en el caso cambió y no es poco: nada menos que el fiscal. Adrián Flores, fiscal 4 de Morón, fue separado de la investigación y su salida no fue la mejor. Pidieron su remoción acusado de haber obligado a eliminar dos párrafos de una testigo que resultaba favorable al cura preso. La denuncia la realizó Luis Moreno Ocampo, abogado de Grassi, pero en “las causas en las que el padre es víctima”, según aclaró ayer el propio Moreno Ocampo a Página/12. Una empleada de la fiscalía de Flores confirmó la supuesta manipulación del testimonio ante la Procuración General bonaerense, lo que determinó el cambio. El fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, defendió la imparcialidad de Flores, pero decidió removerlo para “alejar cualquier sospecha”. La denuncia de Moreno Ocampo tenía ayer todo el color de una chicana combinada: Miguel Angel Pierri, abogado de los menores que aparecieron como víctimas de Grassi pero que aseguran que no lo fueron, anunció que ahora estudia recusar al juez del caso, Humberto Meade.
Nadie podrá decir que los abogados Jorge Sandro, Luis Moreno Ocampo y Miguel Angel Pierri trabajan juntos. Pero coinciden al menos en un objetivo: que tenga éxito. Ya sea ante las acusaciones por abuso sexual y corrupción de menores que lo mantienen tras las rejas, causa en la que es defendido por Sandro. Ya sea a través de la desmentida de algunos de los jóvenes que inicialmente aparecieron acusándolo ante “Telenoche Investiga”, representados por Miguel Angel Pierri. Ya sea en la denuncia por extorsión que tuvo como víctima al mismo Grassi –y que por el momento no logra corporizar al acusado–, causa en la que es representado por Luis Moreno Ocampo como querellante.
El miércoles, a las seis de la tarde, Moreno Ocampo se presentó ante el procurador general Matías de la Cruz para denunciar a Flores. “Ordenó anular dos párrafos del testimonio de Amalia Castro (panadera de la Fundación Felices los Niños)”, dijo el abogado. En esos dos párrafos, en síntesis, la mujer decía que Grassi era una buena persona y que uno de los chicos que lo denunció era mentiroso. Moreno Ocampo presentó el testimonio de dos empleadas de la fiscalía. Una de ellas aseguró, según el abogado de Grassi-como-víctima, que la mujer dijo lo que dijo y que Flores le ordenó anular esa parte.
“Los párrafos no tienen importancia –confesó Moreno Ocampo–, pero el hecho en sí es gravísimo. Un fiscal no puede estar manipulando un testimonio porque no le guste. Es un delito penal, no puede estar más en el caso y no puede ser más fiscal”. De hecho, como abogado de Grassi cuando es víctima, Moreno Ocampo presentará una denuncia contra Flores por falsificación de instrumento público. Para evitar mayores sobresaltos, ayer Nieva Woodgate removió a Flores, aunque aseguró no tener “sospechas de que haya actuado con parcialidad”. En su lugar designó a la fiscal 7, Rita Bustamante.
En coincidencia con la parte de Grassi como víctima, Pierri apuntó con munición gruesa contra el juez Meade: estudia su recusación por “manifiesta enemistad con el acusado”. A todo esto, Sandro impidió que se realizaran pericias psicológicas a Grassi, al exigir que fueran filmadas, algo “fuera de lo común”, según Nieva Woodgate, “porque al saberse observado no va a actuar de la misma forma”.