[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El sistema universitario nacional corre serio riesgo de sufrir este año el recorte presupuestario más grande de los últimos tiempos. Si, con mucha suerte, el Ministerio de Economía efectivamente gira antes del 31 de diciembre los fondos que autorizó, el presupuesto anual de 1800 millones de pesos se habrá ejecutado en un 92 por ciento. Es decir, las universidades no recibirán unos 144 millones. “Falta autorizar el devengamiento del 8 por ciento del presupuesto. Y es de pronóstico dudoso”, admitió, en diálogo con Página/12, el secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese.
La cartera de Economía va autorizando en cuotas trimestrales el devengamiento de las partidas presupuestarias y, luego, va girando los fondos. Este año, las tres primeras cuotas que asignó a las universidades incluyeron sólo fondos para pagar salarios y acumularon una deuda que, según los gremios, asciende a 300 millones (incluyendo el impago Programa de Incentivos a Docentes Investigadores). Desde el Ministerio de Educación se solicitó que la última cuota aumentara lo suficiente como para pagar lo correspondiente al trimestre final y, además, cancelar la deuda acumulada.
“Respecto de lo que veníamos recibiendo, logramos un incremento de 120 millones en la cuota. Entonces, la de este trimestre será de 600 millones, incluyendo unos 60 millones para pagar aguinaldo y fondos para cubrir los atrasos en partidas para gastos de funcionamiento”, explicó Pugliese.
No obstante, y más allá de lo que de hecho se pague, a esta altura del año ya debería estar autorizado el devengamiento de todo el presupuesto. Pero no: hay 144 millones que no fueron incluidos por Economía entre las previsiones para el final del año. Lo más preocupante para el sistema es que lo que no es devengado caduca a fin de año, mientras que las partidas autorizadas, si no son ejecutadas, pasan como deuda al año entrante. La única esperanza para las casas de estudios es que Economía emita una resolución de incremento de cuota, antes de que se esfume el 2002.
Además del temor a un recorte este año, entre las universidades ya cunde el pánico por el proyecto de presupuesto 2003 elaborado por el Ejecutivo. Autoridades y gremios multiplicaron sus gestiones ante los legisladores para lograr modificar el presupuesto en el Congreso. El principal reclamo del Consejo Interuniversitario Nacional (que reúne a los rectores) y de los sindicatos docentes (Conadu y Conadu Histórica) es que el próximo presupuesto incluya la restitución del 13% a los salarios mayores de 500 pesos recortados en 2001. El pedido de máxima es que se contemple un aumento para enfrentar el incremento de los insumos y la depreciación de los salarios.
“Por primera vez, los rectores confeccionamos un presupuesto alternativo y queremos que se analice... Si en forma urgente no se revé la crisis en la educación superior, vamos camino a la parálisis”, dijo el rector de la Universidad de Rosario, Ricardo Suárez, antes del plenario del CIN realizado el miércoles. “Para ser gráficos –advirtió Suárez, actual titular del CIN–, tenemos apenas para pagar la electricidad, pero no para las lamparitas.”
En la noche del miércoles, la ministra Graciela Giannettasio se reunió con representantes del CIN, Conadu, FUA y los no docentes de Fatun. “No recibimos ningún compromiso concreto –contó el secretario gremial de Conadu, Daniel Ricci–. En la hipótesis más optimista del ministerio, este año se cerraría con un recorte de entre el 8 y el 10%.” Así las cosas, ya se organizaron un paro nacional docente para el 12 (convoca Conadu) y otro de 48 horas para el 12 y 13 (Conadu Histórica), además de movilizaciones regionales previstas para el 19 (en Tucumán), el 22 (San Luis) y el 28 (Córdoba).