En el conflicto del fútbol, las únicas situaciones que van decantando con rapidez son de origen jurídico. Fuentes de la AFA y de las empresas TSC y TyC coincidieron ayer en que sólo se rescindió el contrato del torneo de Primera División, pero no los otros cuatro que aún se mantienen vigentes entre las partes: los de la Selección nacional, el programa Fútbol de Primera que se emite por Canal 13 y uno por cada campeonato de Ascenso, la B Nacional y la B Metropolitana. Anoche también se supo que se concretó el primer cruce de cartas documento. La que enviaron los dirigentes dando por caído el convenio de derechos televisivos fue contestada por una de TSC, rechazándola por improcedente en todos sus términos. La doctora Paula Hualde, del Juzgado Comercial Nº 9, no había hecho lugar a un amparo el miércoles –tal como adelantó este diario–, situación que desde TyC se analizó de modo diferente: “No se pronunció sobre la cuestión de fondo”, dijo un vocero. Se puede interpretar entonces que la asociación tiene el camino despejado para que la actividad comience el viernes 21.

El contrato que la AFA dio de baja es el más importante de todos, pero no el único. Estaba firmado por la asociación y TSC, una empresa en la que TyC y el Grupo Clarín tienen un 50 por ciento cada uno. Su monto para la temporada 2009-2010 había sido elevado a 212 millones de pesos a repartir entre los veinte clubes de Primera División. Este es el acuerdo caído por el que ya hubo intercambio de cartas documento, por el que las compañías interpusieron un amparo el martes que fue rechazado al día siguiente y cuya última actualización data de junio de 2007.

Pero hay otros cuatro contratos que en total ascienden a 56 millones de pesos y que siguen vigentes. El más alto, por 28 millones de pesos, es el de la B Nacional. Le siguen dos más por 14 millones cada uno: uno que cobra íntegramente la AFA por el programa Fútbol de Primera y otro destinado a la B Metropolitana y el torneo Argentino A. Quiere decir que no todos los lazos quedaron cortados entre la asociación que preside Julio Grondona y sus viejos, pero al mismo tiempo, actuales socios. Esto no impidió que en las últimas horas se cruzaran las partes sendas cartas documento, una con la rescisión del contrato de 212 millones que se recibió en TSC y la restante con el rechazo de la anterior que luego llegó a la AFA.

Asimismo, el presidente de TyC, Marcelo Bombau, confirmó anoche que la jueza Paula Hualde “no hizo lugar a una acción presentada el martes, porque el contrato estaba vigente, o sea no estaba rescindido formalmente. La comunicación oficial de esta medida por parte de la AFA recién se nos notificó el jueves”. De ese modo, el sector empresario vio frustrado su propósito de retrotraer la situación al momento anterior a la ruptura del contrato para seguir con los derechos televisivos en su poder.

El asesor letrado de la AFA, Mario Schmoisman, señaló que “nunca se nos corrió traslado de ninguna medida cautelar”, por lo que dio por sentado que el amparo de TSC había sido desistido por la jueza. Bombau, por su parte, definió la situación actual con una metáfora boxística: “Mientras el referí nos estaba explicando las reglas, nos pegaron una piña. Pero éste es apenas el primer round”.

Más allá de estas diligencias judiciales, anoche en la AFA se aceleraba el levantamiento de las inhibiciones a los clubes que habían presentado decenas de futbolistas para poder cobrar antiguas deudas. Agremiados, que antes de que se iniciara el conflicto por el contrato del fútbol codificado reclamaba 40 millones de pesos, avanzó bastante en este camino. Uno de sus referentes hizo saber que las sanciones para las instituciones que no cumplan sus presupuestos serán más duras –una vez más que se anuncia y van...–, lo que implicaría la pérdida de puntos para los deudores. Con ese espíritu, cinco de los seis grandes, exceptuado Boca, deberían haber recibido ese castigo ahora: River, Independiente, Racing, San Lorenzo y Huracán. ¿Alguien se animará a tomar semejante medida si se repite la historia cuando finalice la temporada 2009-2010? “Parece que la cosa ahora va en serio”, le confió una fuente a este diario. Los antecedentes provocan dudas mayúsculas.