DEPORTES › AL ROJO LE ALCANZA EL EMPATE PARA SER CAMPEON
El demorado último escalón...
Independiente juega ante el empinado San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro y le basta empatar para consagrarse campeón. Si Boca no le gana a Central, incluso puede perder. Tensión y suspicacias en una final muy emotiva.
En un final lleno de emoción y de suspicacias, Independiente, con sólo empatar esta tarde ante San Lorenzo, se adjudicará el Apertura y terminará con ocho años de frustraciones, mientras que Boca irá por una victoria frente a Rosario Central y esperará un triunfo del Ciclón para aspirar a un partido de desempate con los rojos de Avellaneda. Ese es el panorama para hoy.
Tras desaprovechar varias oportunidades en las últimas fechas, Independiente buscará desde las 17.10 consagrarse campeón del Apertura, algo que logrará con solo empatar ante San Lorenzo y que como en todo final de torneo en la Argentina no deja de despertar suspicacias sobre un arreglo entre los clubes de firmar la igualdad. Sin embargo, los jugadores del equipo de Avellaneda dicen que quieren coronarse con un triunfo para cerrar el torneo jugando en el mejor nivel, el que mostraron en la primera parte del torneo y no pudieron sostener en el último tramo y que junto a la remontada de Boca los obligó a llegar a este final cerrado.
Claro que el rival será nada menos que San Lorenzo, que viene de golear en Colombia con una actuación excelente a Nacional de Medellín por 4 a 0 por la primera final de la Copa Sudamericana y que para preservar su orgullo no quiere saber nada con que Independiente dé la demorada vuelta olímpica en el Nuevo Gasómetro, que seguramente podrá mostrar varios espacios vacíos por el elevado precio de las entradas.
Las insinuadas denuncias sobre que los clubes han pactado la igualdad trascendieron nuestras fronteras, y diarios de distintos países del mundo hablaron sobre la incentivación y hasta de posibles sobornos. Habladurías. También del otro lado puede llegar alguna incentivación de Boca para que el casi campeón de la Sudamericana juegue “más motivado”, logre imponerse y haya que jugar un partido de desempate en el Amalfitani.
Pese a que la mayoría de los jugadores y técnicos se ruborizan o se sienten ofendidos por las sospechas, ellos saben que éstas son inevitables en un país donde la corrupción invade todos los ámbitos y que se ha implantado hasta convertirse en algo cotidiano. En esta oportunidad los protagonistas involucrados cuentan con la posibilidad de acallar todas las sospechas y de mostrar su ética y orgullo ante tantas críticas, eso es lo único que puede salvar el espectáculo, puesto que cae de maduro que si acontece otro final turbio la AFA no actuará ni investigará como en ocasiones anteriores.