La hipótesis inicial de que la agresión armada contra el delantero paraguayo Salvador Cabañas se originó por una discusión sobre una bailarina cubana perdió fuerza: versiones aparecidas en los periódicos mexicanos a partir de la investigación judicial indican que fue una discusión sobre fútbol en el baño de un bar la que originó el incidente que terminó con una bala en la cabeza del goleador de la selección paraguaya.

Según declaraciones recabadas por la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (capital), el presunto agresor, José Jorge Balderas Garza, alias “El JJ”, habría recriminado al delantero del América de México, de 29 años, por la falta de goles.

En un partido de clasificación para la Copa Libertadores contra el Monterrey, el pasado miércoles 13 de enero, Cabañas, que había conquistado cuatro goles en cuatro partidos de la fase previa, erró el primer remate de la serie de penales que definía el clasificado. Monterrey ganó 3-1 y jugará la Libertadores; América quedó eliminado. Cabañas fue el máximo artillero del torneo continental entre 2007 y 2008.

Además, en el último partido por el torneo mexicano, dos días antes de la agresión, el América cayó 2-0 ante Morelia; faltando un minuto, al paraguayo le anularon un tanto por posición fuera de juego.

De acuerdo con el empleado de limpieza del baño, presente en el momento del incidente, Balderas Garza abrió la puerta del baño donde estaba el futbolista.

“¿Qué pasó, Cabañas?”, le dijo sin obtener respuesta. “Cabañas, ¿qué onda con los goles para que el América sea campeón?”, insistió el hombre.

Molesto, el futbolista se dio vuelta y le respondió: “¿Y tú quién eres?”.

La respuesta del presunto agresor fue: “El hijo de la chingada que te va a romper tu madre”. Luego sacó una pistola negra que llevaba en la parte delantera de la cintura y le apuntó a Cabañas a la altura de la frente.

Cabañas increpó al agresor: “Tírale, tírale si tienes muchos huevos”.

“El JJ’ disparó y el futbolista cayó herido en la cabeza”, según la versión del empleado de limpieza.

El relato añade que el atacante fue el primero en entrar al sanitario seguido por su escolta, conocido como “El Contador”, quien tras revisar el lugar salió al pasillo.

En un video del bar, el escolta aparece conversando con una mujer rubia de origen cubano, Diana Hernández Díaz –la bailarina en cuestión–, y luego se ve a Cabañas entrar al sanitario, donde ya estaba el atacante.

Además del responsable de los baños hay seis empleados del bar detenidos, entre ellos el gerente, tres vigilantes y dos jefes de mozos. Otras diez personas que tuvieron que declarar quedaron en libertad, indicó esa fuente.

María Alonso Mena, la esposa de Cabañas, aseguró que el delantero dio signos de vitalidad y comprensión apretándole las manos. “Le dije qué día era, qué hora. Le dije que todo el mundo reza por él. Le conté quiénes vinieron a visitarlo, y él me apretaba la mano y trataba de abrir los ojos. Yo noto la mejoría. Está estable”, relató la mujer con voz entrecortada.

“Es un milagro que esté vivo y que se esté recuperando”, enfatizó en tono de euforia.