La Selección Argentina afrontará hoy en Munich ante Alemania el amistoso internacional más importante de toda la instancia previa al Mundial de Sudáfrica 2010, donde el equipo nacional intentará reconquistar la Copa del Mundo que no gana desde 1986, hace ya 24 años. Y más allá de las declaraciones del entrenador Diego Maradona, quien ha bosquejado en el rol de la prensa argentina al enemigo número uno de jugadores y cuerpo técnico, lo cierto es que el encuentro de hoy en el estadio Allianz Arena (a las 16.45, televisa TyC Sports) será una prueba de fuego, de temple para un equipo que promete mucho más de lo que ha dado.

Atrás parece haber quedado la convocatoria indiscriminada de futbolistas, que superó el centenar. Los que hoy saldrán a enfrentar al equipo de Joachim Low, el ex ayudante de campo de Jünger Klinsmann, serán prácticamente los mismos que obtuvieron en octubre pasado en Montevideo la angustiosa clasificación para la cita mundialista. La única modificación en el equipo titular será el ingreso de Walter Samuel por Rolando Schiavi.

Así, aunque el entrenador argentino anunció que puede haber alguna sorpresa, como podría ser el ingreso de Javier Pastore en el segundo tiempo, la Selección jugará con el equipo que seguramente hará su debut en el Mundial ante Nigeria. El arquero será Romero; la última línea contará con cuatro marcadores centrales: Otamendi, Demichelis, Samuel y Heinze –quien, según había dicho Maradona, no iba a volver a jugar de lateral–; en el mediocampo estarán Jonás Gutiérrez por la derecha, Mascherano y Verón en el centro y Di María por la franja izquierda, mientras que los delanteros serán Messi e Higuaín.

En circunstancias diferentes y con la presión de la clasificación al Mundial, estos jugadores prácticamente no atacaron en el Centenario a los uruguayos, a quienes también la presión y la chance real que tenían de clasificarse al Mundial en forma directa pareció comerles las piernas. El 1-0, que fue el último partido de envergadura del equipo nacional, lo definió sobre el final, a los 79 minutos, el entonces volante estrella de Huracán Mario Bolatti.

Nombres más nombres menos, este es el mejor equipo argentino que Maradona ve en Sudáfrica. Tal es así que, en los pasillos del hotel de Munich donde se concentró la Selección, el DT admitió estar “ansioso por llegar a Pretoria y empezar a trabajar ya la fase definitiva de este proyecto”. Maradona es consciente de la importancia de este amistoso. “Habrá muchos partidos, pero el partido por excelencia será Alemania-Argentina. Se trata de un partido entre dos selecciones históricas con jugadores que saben lo que es llevar la camiseta de cada país”, aseguró el DT.

También para los alemanes este será un partido importante. Un mal resultado en esta instancia podría desatar críticas despiadadas. Las sufrieron en buena medida en el último amistoso internacional previo al Mundial de 2006, del que fueron anfitriones, cuando el equipo dirigido por Klinsmann cayó por 4-1 ante Italia en Florencia. Low no está en buenos términos con los dirigentes de la federación de su país.

Hoy habrá varios de los jugadores del equipo que en cuartos de final del último Mundial eliminó en la definición por penales al equipo dirigido por José Pekerman: el capitán y líder del equipo, Michael Ballack; el volante Bastian Schweinsteiger y los defensores Philipp Lahm y Per Mertesacker. A estos históricos se le suman, entre otros, los polacos Lukas Podolski y Miroslav Klose, nacionalizados alemanes. Los alemanes cuentan también en su equipo con el brasileño Cacau y el español Mario Gómez.

Entre otras novedades, aparece la titularidad del joven arquero del Bayern Leverkusen René Adler, quien resultó elegido por Low después de varios movimientos, que incluyeron la salida de Jens Lehmann (el arquero del Mundial 2006) y pruebas entre el suicidado Robert Enke, Manuel Neuer (Schalke 04) y Tim Wiese (Werder Bremen).