Miércoles, 3 de marzo de 2010 | Hoy
EL PAíS › SUSPENDIERON HASTA EL 16 DE MARZO EL JUICIO EN TUCUMáN
Por Ramiro Rearte
Desde Tucumán
Las audiencias por la megacausa “Jefatura de Policía” se suspendieron hasta el 16 de marzo. El Tribunal Oral en lo Criminal de Tucumán, presidido por Carlos Jiménez Montilla, tomó la decisión en base al informe del médico forense Cristian Rando, quien aseguró que Antonio Domingo Bussi deberá permanecer en su lugar de detención, el country de Yerba Buena, diez días hábiles hasta su recuperación por padecer un “síndrome coronario agudo”. Por otra parte, durante la madrugada de ayer internaron de urgencia a otro represor: Mario Albino Zimermann, por una hemorragia intestinal, quien se encuentra en terapia intensiva de un sanatorio privado tucumano.
Pasadas las 9.30, todos esperaban en la sala de audiencias del Tribunal que se difunda cuál era el real estado de salud de Bussi, ya que, como informó Página/12, el forense del Poder Judicial de la Nación había llegado durante la noche del lunes para realizar un chequeo por pedido de los jueces tucumanos. Como los estudios se demoraron, sobre todo los resultados de la extracción de sangre, la decisión se tomó ayer. Bussi estuvo acompañado por su médico de cabecera, Ramiro Castellanos, y los médicos de la querella, Jorge Luis Barrionuevo y Jorge Lacroix. Las tres partes coincidieron en el cuadro clínico del represor pero discreparon en la cantidad de días de reposo; los médicos Barrionuevo y Lacroix sostienen que con siete días corridos de reposo estará en condiciones de volver a la sala de audiencias.
Los jueces tenían dos caminos: suspender el debate (tal como ocurrió) hasta la recuperación de los represores o excluir de la megacausa a Bussi y Zimermann y seguir adelante con el cronograma de testigos. Por las dudas, los abogados querellantes advirtieron a los jueces que no iban a permitir que Bussi no sea juzgado por una causa de trascendencia para la provincia y el norte como lo es “Jefatura de Policía”.
Frente al público, los jueces, los abogados de los represores y los querellantes, Rando expuso detalladamente el mal funcionamiento del corazón de Bussi. “En base al cuadro sufrido el 25 de febrero pasado y a los antecedentes con patologías múltiples, uno está obligado a sospechar que Bussi presenta un síndrome coronario agudo, con lo cual el músculo cardíaco ha sufrido un deterioro por falta de un aporte sanguíneo apropiado. Esto somete al paciente a un aumento de riesgo de vida. Por eso es conveniente que Bussi guarde reposo por 10 días hábiles, por lo que se aconseja que no sea sometido al juicio, ya que podría incidir peor que en situaciones normales. Me pareció prudente resguardarlo al paciente, por el momento de este proceso”, sostuvo Rando, quien tenía en su mano derecha el informe escrito con una copia para el tribunal.
“¿Qué tiempo de reposo necesita el imputado?”, le preguntó el juez Jiménez Montilla, por lo que Rando sostuvo que lo óptimo sería diez días y una nueva evaluación de parte del forense. La abogada querellante Laura Figueroa también le consultó si se hizo tratamiento adecuado en el momento en que fue internado por solo tres horas el jueves pasado en el centro de salud. “Es difícil juzgar la conducta médica retrospectivamente”, declaró de manera tajante. Con este tipo de preguntas los querellantes trataban de demostrar, sin éxito, que Bussi fue dado de alta la semana pasada de manera inapropiada, lo que habría agravado el cuadro hasta llegar a la internación domiciliaria.
Al reprogramarse el listado de testigos, el 16 de marzo declarará Carlos Soldati, que fue interrumpido por el médico del Sistema Provincial de Salud, que alertó sobre el malestar de Bussi. Luego serán llamados el ex policía Antonio Cerasuolo, Carlos Mena, Juan Fote (hermano de un dirigente de la Federación de Obreros Tucumana de la Industria Azucarera), Luis Ortiz, los ex militares Augusto Neme, Roberto Lapegue y Pedro Caballero.
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