Apenas quince minutos le alcanzaron a Juan Román Riquelme para que la causa abierta por un supuesto apriete de la barra brava de Boca quede archivada. Es que el volante negó haber sido “presionado” y “hostigado” durante su declaración ante el fiscal contravencional que lo citó a partir de la conferencia de prensa del 16 de abril, cuando el jugador había insinuado un apriete en la semana previa al encuentro con Arsenal.

Riquelme llegó a las 11.30 a la fiscalía a cargo de Martín Lapadú, quien lo había citado para que especificara los motivos de la presencia de barras bravas el 11 de abril en Casa Amarilla, y a las 11.45 se retiró, sin formular declaraciones a los periodistas que aguardaban frente al edificio, en Bartolomé Mitre al 1700.

Tal cual se especulaba, el jugador llegó media hora antes de la citación al despacho de Lapadú, donde tuvo que declarar en calidad de testigo, por lo que no podía tener a su abogado a su lado. Riquelme, que la semana pasada se había excusado de ir y envió un escrito a través de un abogado informando que no había sido apretado por la barra, se mantuvo en sus dichos y señaló que lo conversado con los integrantes de La Doce fue “una charla de fútbol”. “Dio algún detalle más de cómo había sido esa conversación, con muy poca precisión, pero negó haber sido apretado, intimidado o amenazado”, aseguraron a la agencia DyN fuentes judiciales.

La convocatoria de Lapadú fue de oficio a partir de una conferencia de prensa de Riquelme en Casa Amarilla, en la que el volante deslizó que la barra brava había apretado a los jugadores antes del encuentro ante Arsenal y que por ese motivo no había celebrado con Martín Palermo el tanto con el que el goleador había superado el record como máximo anotador de la historia del club. “A mí no me salió festejar mi gol atrás de ese arco (donde se ubica La Doce), sino con la platea, porque viví una situación no muy agradable. Hay cosas que puedo aguantar y otras que no”, había dicho Riquelme en aquella ocasión. Al partido siguiente, ante Gimnasia en La Plata, la barra de Boca colocó una bandera en la que le daba su apoyo al delantero. “Martín Palermo, mi único héroe en este lío”, decía el trapo armado por La Doce.

Fuentes judiciales indicaron que tras la declaración prestada por Riquelme en la Fiscalía en lo Penal y Contravencional porteña, “es posible” que se cierre la causa penal. Y si bien Lapadú no había descartado llamar a declarar a dirigentes, en la fiscalía admitieron que la causa marcha al archivo.

Mientras tanto, en el aspecto futbolístico, el plantel de Boca regresará a los entrenamientos hoy en Casa Amarilla a partir de las 10. El grupo tendrá dos ausencias notorias, ya que Martín Palermo se sumará a la Selección Argentina que disputará un amistoso ante Haití en Cutral-Có, mientras que Gary Medel viajó a Chile para un encuentro con su selección ante Trinidad y Tobago.