La durísima exigencia que la temporada oficial de tenis impone a los profesionales a lo largo de once meses al año acaba de cobrarse una nueva víctima. A dos días de cumplir 32 años, el tenista francés Sebastien Grosjean anunció en París que “nunca más” volverá a disputar un torneo del circuito. Hace poco, Grosjean había dicho que quería finalizar su carrera al término de la temporada. Pero tras abandonar ayer en Roland Garros por dolores de espalda en un partido de dobles junto a Richard Gasquet decidió poner fin a su carrera. “Mi cuerpo ya no puede más. Estoy triste porque amo el tenis... Pero no es el fin de mi vida, todo lo contrario”, explicó quien fuera el cuarto mejor tenista del mundo en 2002 y que llegara a las semifinales de Wimbledon en 2003 y 2004. “No podía seguir así. Tenía dolores al entrenar, al entrar en la cancha. Y últimamente ya casi no tenía fuerzas al hacer mi servicio”, dijo Grosjean, ganador de cuatro torneos ATP en su campaña y que ya planea su futuro como comentarista de tenis por TV.