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Cuando Diego Maradona salude el martes a Otto Rehhagel antes del partido que enfrente a Argentina con Grecia, el técnico albiceleste seguramente volverá a recordar la última vez que vio a su ahora colega. Fue en 1989, cuando perdió 5-1 con el Nápoli ante el Werder Bremen que dirigía entonces el entrenador alemán. Pero esta vez, antes del reencuentro de ambas selecciones en el Mundial de Sudáfrica, el actual técnico de Grecia se muestra cuidadoso. “Son mejores que nosotros, está claro. Será un número difícil”, señaló Rehhagel, quien tras la victoria 2-1 ante Nigeria mantiene sus esperanzas de avanzar a los octavos de final.

El jueves, mientras los jugadores festejaban en el campo de juego y los hinchas en los bares de Bloemfontein, y los medios en Grecia celebraban el “renacimiento de la selección”, Rehhagel se mantuvo visiblemente al margen. Cuando se le preguntó qué pensaba acerca de la primera victoria griega en un Mundial, el alemán remarcó: “Hubiese sido una pena haber vuelto a casa sin una victoria, como en la Eurocopa”.

El triunfo aumentó las posibilidades griegas de permanecer en el torneo, pero no así las chances de Rehhagel de seguir al frente de la selección. La emisora griega Skai anunció que la Federación Griega ya habló con el portugués Fernando Santos como posible sucesor del alemán, independientemente del resultado en el Mundial. Tras la victoria, los medios en Grecia parecen haber entrado en una especie de tregua con Rehhagel. “Cuando utilizas tu genialidad futbolística nos llevas a victorias históricas”, escribió la revista deportiva griega Goalnews.

Por su parte, el alemán evitó cualquier tipo de comentario sobre las críticas y sólo se limitó a elogiar a los jugadores. “Dieron una increíble muestra de entrega y pasión”, aseveró. Contra Argentina deberá demostrar nuevamente su habilidad táctica. Un punto ya podría alcanzar para estar en octavos si Nigeria vence a Corea del Sur. Pero si ganan los surcoreanos, los griegos necesitarán un amplio triunfo, ya que la diferencia de goles determinará al segundo. Y esta vez Rehhagel sabe que repetir un 5-1 contra Maradona será casi imposible.