DEPORTES › EL GANADOR, TRAS EL GRAN ESFUERZO

“Un poco cansado”

 Por Jorge Viale

Además de ganar el partido más largo de la historia, John Isner celebró que su figura lucía más estilizada, aunque por poco tiempo: tras estar más de once horas en la cancha con el francés Nicolas Mahut, las hamburguesas serán su principal reconstituyente. “Trabajo duro para quitarme ese exceso que tengo en el estómago”, dijo sonriendo tras el encuentro mientras se señalaba la camiseta. “Algo bajé, pero me comería doce hamburguesas ahora”, aseguró feliz después de once horas y cinco minutos de partido repartidos en tres días.

Según su cuenta, durante las siete horas del miércoles consumió tres bananas, 12 barras de cereal y más de 40 botellas de agua. “Estoy un poco cansado”, dijo el ganador segundos después del triunfo en la primera ronda, reflexión que generó la risa de las casi 1000 personas repartidas en las gradas y balcones de la modesta cancha 18 del All England Club.

Mahut no estaba para bromas. Cuando terminó el partido hundió su cabeza en una toalla y sólo se permitió una leve sonrisa cuando lo entrevistaron en la cancha.

Pese al cansancio, Isner dijo que no está a favor del tiebreak en el quinto set, como sí ocurre en el US Open. “Hay que seguir jugando. Aunque en un momento del último set me pregunté si no sería apropiado hacer un desempate en 20-20.” Finalmente, Isner conectó un par de devoluciones que complicaron al francés y un passingshot de revés paralelo terminó definiendo el maratón. Isner, una torre de 2,08 metros, se desplomó en el raleado césped del All England, recibió un abrazo de un serio Mahut y los aplausos de John McEnroe, Tracy Austin y Jimmy Connors, presentes en el estadio. Ambos jugadores, más el árbitro sueco de origen marroquí Mohamad Lahyani, recibieron unos presentes en la cancha. “Yo viajo en clase turista. Para mí sentarme siete horas en la cancha no es nada”, comentó Lahyani.”Jugamos después de ellos. ¿A qué hora deberíamos calentar?”, bromearon los hermanos estadounidenses Bob y Mike Bryan vía Twitter.

“Es increíble ver algo así, jamás se repetirá en la historia. El nivel del tenis no fue el mejor, pero seguramente era algo que no te permitía levantarte de la silla”, dijo Connors, comentarista de Tennis Channel.

“Cuando ayer entré al vestuario y recibí las felicitaciones de mis colegas me di cuenta de la dimensión mundial que había alcanzado este partido”, dijo Isner.

El estadio 18 tiene una capacidad para 800 personas, pero la capacidad fue claramente desbordada en las últimas dos jornadas del partido a medida que la leyenda se agrandaba. En los balcones, la gente se asomaba peligrosamente. De hecho, durante el choque entre la polaca Agniezka Radwanska y la italiana Alberta Brianti, el primero de la jornada, ya había personas reservando su lugar.

“Cuando dejé la cancha el miércoles pensé que todo era un sueño. Espero que mi carrera no sea recordada sólo por esto, creo que tengo lo que se necesita para ganar un Grand Slam”, afirmó el estadounidense.

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