La lluvia demoró todo lo pautado en Washington. Por eso, al cierre de esta edición, el cordobés David Nalbandian todavía no había jugado ante el suizo Marco Chiudinelli por un lugar en los cuartos de final, ya que la tormenta eléctrica que azotó a la capital estadounidense no había permitido jugar ningún encuentro del ATP 500 que se disputa en aquella ciudad. Juan Martín Del Potro es el actual campeón del certamen, pero no pudo defender su título por su lesión en la muñeca.

Para Nalbandian, el cruce ante el suizo significaba una gran oportunidad, teniendo en cuenta los antecedentes de ambos, más allá de que Nalbandian se encuentre muy retrasado en el ranking mundial. Además, una victoria determinaría volver a los cuartos de final de un gran torneo. Allí lo podría esperar el ganador del duelo entre Andy Roddick y el francés Gilles Simon, que habían arrancado a jugar ayer cerca de la medianoche.

Nalbandian no jugaba en el circuito desde abril, cuando cayó con el serbio Novak Djokovic en los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo. Su inactividad, producto de un desgarro abdominal, recién se interrumpió hace poco menos de un mes, cuando en la serie de los cuartos de final de la Copa Davis venció sucesivamente a Nikolai Davydenko y Mikhail Youzhny en Moscú. En este certamen debutó con una cómoda victoria 6-4, 6-0 ante el local Rajeev Ram y luego mostró su jerarquía para derrotar con llamativa facilidad 6-1, 6-3 al suizo Stanislas Wawrinka, séptimo preclasificado, que le había ganado las cinco últimas veces que se habían enfrentado en el circuito.

Para el suizo, el de Washington también ha sido un muy buen torneo. En la primera ronda le ganó 7-6, 6-2 al argentino Brian Dabul, mientras que en la siguiente dio un batacazo al superar 6-1, 6-3 al checo Radek Stepanek, décimo cabeza de serie.