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El director técnico de Tigre, Ricardo Caruso Lombardi, bajó ayer los decibeles en la polémica que abrió en torno del armado del fixture, aunque dijo esperar que River no reciba ayuda, pero aseguró que la incorporación de políticos en las cúpulas de los clubes de fútbol –con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en Quilmes– genera suspicacias. El entrenador, luego de acusar a la AFA de haber puesto a River como primer rival de Tigre para “perjudicar” al club de Victoria, dijo que su declaración no estuvo “premeditada contra nadie”. Por esas declaraciones, deberá declarar el martes ante el Tribunal de Disciplina de la AFA.

“Comenté algo en una radio de Tigre el lunes a la noche y dije que no me gustaba jugar con River. Me habían dicho que jugábamos con Olimpo, y de golpe aparecemos con River en cancha de River. Tampoco dije algo tan grave, pero en este país no podés abrir la boca. Como se aburrieron de Maradona, de Bilardo y la Selección, sacaron esto y me agarraron como chivo expiatorio”, se quejó Caruso Lombardi.

Sus acusaciones primeras llevaron al vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, a salir al cruce y asegurar que no hubo animosidad contra nadie en el armado del fixture. “Ojalá que salga todo normal y todo bárbaro, y ojalá le podamos ganar. Son partidos clave para River, para nosotros y para los equipos que están alrededor nuestro”, dijo Caruso Lombardi, y luego volvió sobre sus pasos: “Por eso tiro la bronca, porque es clave para River”.

Ante una consulta, el entrenador admitió que “va a ser muy difícil” que River se vaya al descenso o a la Promoción, y cuando se le preguntó si estimaba que podía ser ayudado, respondió: “Espero que no”.

“Trato de no perjudicar a nadie y trato que mi equipo no sea perjudicado”, insistió.

El técnico también habló sobre el tema de la supuesta incidencia de la política, o de los políticos, en el fútbol. “Lamentablemente, hoy es ‘el equipo de...’. Cada uno (de los políticos) tiene un equipo”, apuntó, aunque fue cauto al no opinar en forma personal, sino trasladando sospechas que dijo haber encontrado en la gente. “Si cada político tiene un club, por ahí no tenemos que darle tanta importancia; lo que pasa es que lamentablemente... vamos a suponer... que Aníbal Fernández sea el vicepresidente de Quilmes, trae suspicacias.” Y agregó: “Para la gente, Quilmes sale campeón de la Champions, para la gente común, porque la gente se lleva por eso”.