San Lorenzo le impidió a Racing continuar en lo alto de la tabla, luego del triunfo 2-1 en Avellaneda. En un encuentro con mucha paridad, los dos equipos tuvieron buenas intenciones para desequilibrar en ataque, pero los de Boedo fueron los que tuvieron mayor precisión para poder reflejarlo en el resultado final.

Racing comenzó el partido con mucho juego asociado en la mitad de la cancha, con Toranzo más suelto que en los anteriores partidos y Licht moviéndose de afuera hacia adentro. En ese lapso, Cáceres apareció con espacio en la puerta del área pero ejecutó un remate cruzado y muy desviado. Enseguida, Cáceres abrió la pelota a la derecha para Lugüercio, quien ejecutó un centro para la llegada de Moreno, que cabeceó afuera.

Pero sorpresivamente, San Lorenzo se puso en ventaja, en su primera llegada al área rival. Placente juntó jugadores sobre la izquierda y derivó para Pereyra, que sacó un remate de punta que se metió al lado del palo izquierdo de Fernández. El local siguió buscando y Toranzo ejecutó un tiro libre que salió cerca del travesaño, cuando Albil había salido al medio del área pensando que Toranzo iba a tirar un centro. Luego, Placente derribó a Moreno en el área y el árbitro entendió que no hubo penal.

La sociedad de Cáceres y Lugüercio por la derecha le daba resultados a Racing, que tenía la pelota pero le faltaba precisión en el último cuarto de la cancha, mientras que San Lorenzo encontraba espacios de contraataque. Toranzo remató desde lejos y Albil controló sin problemas en otro intento de Racing, mientras el visitante recurría al foul táctico cuando Racing avanzaba a los últimos metros.

San Lorenzo salió más concentrado en el segundo tiempo, y rápidamente Menseguez estuvo cerca de aumentar la ventaja pero su remate se fue al lado del palo. Sin embargo, un error de Meza –perdió la pelota con Toranzo– en la salida terminó en el empate de Lugüercio. El delantero le pegó desde muy lejos y la pelota ingresó luego de pegar en el palo.

Ramón Díaz buscó más juego en ofensiva con los ingresos de Rivero y Alfaro (se perdió un mano a mano con Fernández en una situación muy clara), y tuvo su premio a cinco minutos del final, cuando el uruguayo Balsas convirtió de cabeza el gol del triunfo. Con desesperación, Racing no tuvo claridad en los últimos minutos como para quedarse con algo.