En un encuentro muy disputado, con poco brillo y escasas situaciones de riesgo, San Lorenzo y Vélez igualaron sin goles en el Nuevo Gasómetro. Este resultado le permitió al equipo de Ricardo Gareca alcanzar la punta del campeonato, con 13 puntos, mientras que los dirigidos por Ramón Díaz igualaron a Arsenal, con 12 unidades. En el final del partido hubo incidentes y la policía reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma.

El empate ya estaba consumado y el pálido desarrollo había dejado poco para el análisis. Los hinchas de Vélez permanecieron en la popular visitante, alentados por la incapacidad de la policía, que tardó demasiado en desalojarlos. En ese ínterin, los simpatizantes arrojaron piedras, butacas y palos a la platea sur, donde había muchas familias. La hinchada local reaccionó y trató de romper el alambrado. La policía dispersó a los visitantes con gases y la batalla se trasladó al estacionamiento, donde hubo corridas, balas de goma y más gases. Las ambulancias del SAME atendieron a varios hinchas, muchos de ellos menores de edad, que sufrieron cortes profundos y desmayos. Además, los simpatizantes de San Lorenzo destruyeron varios micros que habían traído al público velezano.

El arranque de la jornada había sido prometedor en lo futbolístico, ya que ambos equipos buscaron llevar peligro a las áreas rivales en los primeros instantes del partido. No obstante, el ritmo vertiginoso se diluyó con el correr de los minutos y el encuentro se hizo muy luchado en la mitad de la cancha. Dentro de un panorama pobre, San Lorenzo se mostraba mejor. Rivero estacionó las subidas de Papa y se ofreció como salida, aunque el poco peso de Romagnoli hizo que su equipo contara con pocas chances y apenas tuviera un cabezazo de Tula, que detuvo Barovero. Vélez también pudo haber alcanzado una ventaja, con un remate de Bella que Albil sacó al corner y un frentazo de Martínez que pasó cerca del palo.

Las cartas ganadoras del conjunto de Liniers estuvieron apagadas, ya que Tula y Bottinelli anularon a Silva, mientras que Moralez y Martínez estuvieron lejos de su mejor versión. El complemento fue opaco, deslucido y carente de situaciones. Vélez emparejó el trámite, pero dejó muy solo a Silva en el área rival. El colombiano Leonardo López probó desde afuera, pero Barovero le detuvo el remate sin complicaciones. El equipo visitante tuvo la posibilidad de ganarlo de contra, pero le faltó vuelo ofensivo y chocó contra sus propias falencias.

“Estoy convencido de que este punto nos va a servir al final del campeonato”, aseguró Ramón Díaz. La inentendible rivalidad entre San Lorenzo y Vélez, generada hace algunos años, arruinó el espectáculo. El antecedente del asesinato de Emanuel Alvarez, en 2008, parece haber tenido mucho que ver. La violencia redondeó una jornada para el olvido.