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El estadio del club Once Unidos de Mar del Plata será esta noche el escenario de la segunda versión de un duelo controvertido. En una revancha directa sancionada por la Federación Internacional y que televisará TyC Sports desde las 23, el campeón minimosca Luis Alberto Lazarte volverá a exponer su corona ante el mexicano Ulises Solís. Será el desquite de lo sucedido el 18 de diciembre pasado, cuando Lazarte logró retener su título mediante un empate rodeado de polémicas y discusiones.

Aquella igualdad fue, en los hechos, un regalo anticipado de Navidad para el empeñoso campeón que reside en Mar del Plata. Aunque había reducido considerablemente su producción en los cinco asaltos finales, estaba claro que Solís había ganado. Más aún si se tiene en cuenta que a Lazarte se le habían descontado dos puntos por sus reiteradas incorrecciones. Sin embargo, dos de los jurados, el estadounidense Richard Green y el panameño Héctor Afú, dictaminaron empate en 113, neutralizando la tarjeta del estadounidense John Madfis, quien otorgó 117-109 para Solís.

Los manejadores de Solís presentaron una protesta formal que la FIB avaló ordenando el desquite directo, en el que Lazarte deberá mejorar mucho para poder conservar el título que arriesgará por tercera vez. A los 39 años y con un record de 48 triunfos (solo 18 antes del límite), nueve derrotas y dos empates, Lazarte apuesta a que su boxeo enredado y confuso, lleno de triquiñuelas e incorrecciones, vuelva a desordenar y a sacar de quicio a Solís.

El mexicano tiene 29 años, un registro de 32 victorias, dos derrotas y tres empates y un boxeo largo y de buena línea que se le tornó insuperable a Lazarte en la primera mitad del choque anterior. Si no se hubiera dejado llevar por delante en las cinco vueltas finales, seguramente habría sido el campeón, más allá de cualquier componenda de los jurados. Habrá que ver esta noche cómo responde ante el estilo turbulento y desmañado de Lazarte y a la presión que meterá el público marplatense sobre él y, también, sobre las nuevas autoridades de una pelea que se anticipa caliente, dentro y fuera del cuadrilátero.