River jugó bien anoche en Mar del Plata y con goles de Funes Mori y Trezeguet, que ingresó en la segunda parte, se impuso por 2-1 ante Racing, que descontó con un penal de Gutiérrez. Con esta victoria, el equipo de Almeyda se adjudicó la Copa Ciudad, uno de los triangulares del verano.

River salió a presionar desde el arranque y parecía más metido en el partido que Racing, que no encontraba espacios para imponer el talento de los colombianos Moreno y Gutiérrez, y terminaba soltando pelotazos para Castro, que por lo general no lograba controlar la pelota.

Los dirigidos por Almeyda jugaban rápido, quizá para forzar los errores de la defensa de Racing, que ya había dado muestras de vulnerabilidad en el empate 1-1 con los suplentes de Estudiantes.

Y así fue que River aprovechó una ley de ventaja dada por el árbitro Lunati, para que Gabriel Funes Mori se escapara solo y frente a la salida del arquero Saja colocara la pelota de derecha por arriba para el 1-0, cuando apenas se jugaban cinco minutos de partido.

No reaccionó Racing y, para colmo, River aceleró y volvió a tener chances como para ampliar su ventaja. Dos clarísimas: un remate de Ocampos, que Saja logró tapar; y una avivada de Domínguez –que estaba bien metido en el partido–, quien sacó un bombazo desde atrás de la mitad de la cancha y obligó al arquero de Racing a retroceder y esforzarse para desviar la pelota que se metía de un manotazo.

Racing, que no encontraba profundidad, trató de ganar terreno con pelotazos largos, pero su juego no aparecía y terminaba jugando el encuentro que le proponía River, que se hacía fuerte en el medio con el trabajo de Ponzio, cortando y distribuyendo, y no necesitaba muchos toques para acercarse al arco contrario peligrosamente.

Recién cuando apareció Moreno, Racing tuvo una oportunidad para empatar el trámite, pero el remate del enganche se fue apenas desviado. Sobre el final de la primera parte, River volvió a tener el segundo: la pelota le quedó a Domínguez en la puerta del área, pero su remate se desvió en Cáceres y en el rebote le quedó a Ocampos, que no pudo definir.

En la segunda parte, Racing se mostró más activo que en la primera, pero River estaba en una buena noche y controlaba el desarrollo a su antojo. Cavenaghi anotó el segundo, pero se lo anularon por una posición adelantada que no fue tal.

Los hinchas alentaban en las tribunas y trataban de contagiar su entusiasmo a los jugadores, que de a ratos reaccionaban y generaban alguna situación de entusiasmo. Racing llegaba poco al arco de Vega y cuando lo hacía se encontraba con una defensa de River compacta, que cometía pocos errores y le cerraba bien los espacios.

El ingreso de Trezeguet le puso un poco de picante al último tramo del encuentro, cuando prácticamente no pasaba nada interesante. Enseguida, Funes Mori tuvo el segundo en sus pies, con un lindo zurdazo, pero esta vez Saja le tapó el remate. El que reprobó la jugada fue Trezeguet, que estaba libre y esperaba el pase.

Sin embargo, el delantero de Juventus tuvo su chance a los 83 y no perdonó. Sánchez guapeó por el medio y luego lo habilitó para que el delantero cruzara un derechazo perfecto para el 2-0.

Cuando el partido terminaba, Vega derribó a Gutiérrez en el área y Lunati cobró penal. Ejecutó el colombiano, fulminante sobre el palo derecho del arquero y lo festejó haciéndole gestos a la hinchada de River. Un despropósito. Eso sí, en el descuento, entusiasmado, el colombiano se perdió el empate, porque definió mordido. Y River festejó.