Racing consiguió ayer un triunfo importante ante Belgrano, en Córdoba. Lo hizo gracias a un gol del colombiano Gio Moreno, quien fue titular luego de la grave amenaza que sufrió en la semana. El volante, de partido discreto, pegó en el momento justo y se retiró, a los 74, ovacionado. “El verdadero hincha de Racing es el que acompaña al equipo”, comentó Gio, antes de dedicarles el triunfo a hinchas.

Racing fue mejor en el comienzo del encuentro ante un Belgrano que abusaba del pelotazo para superar la línea de volantes del equipo de Zubeldía. Justamente en el arranque, tras una buena jugada colectiva que Castro no logró aprovechar porque se tropezó dentro del área, Caballero probó a Olave con un remate desde afuera, pero el arquero respondió.

El vértigo se fue convirtiendo en calma y el partido perdió rápidamente intensidad, como si ambos equipos hubieran levantado el pie del acelerador. La lentitud se plasmó en la zona de volantes y las llegadas a los arcos comenzaron a escasear. Alguna que otra jugada de pelota parada le devolvía emoción al partido, que se consumía entre faltas y más faltas. A media hora del comienzo, Farré tomó un despeje de cabeza y de volea, desde afuera del área, sacó un pelotazo que se fue apenas por arriba del travesaño, para despertar a los hinchas locales. Y después lo tuvo Marco Pérez, mano a mano frente a Saja, pero el arquero respondió y le ahogó el grito al colombiano. Belgrano, empujado por el aliento de su público, trataba de jugar un poco más adelante.

Igual de flojo fue el arranque del complementario, hasta que Racing rompió la paridad tras una jugada de tiro de esquina. Un toque corto bastó para que el colombiano frotara la lámpara y con un toque de derecha desde el vértice de área pusiera la pelota contra el palo del arquero Olave, que no llegó a contener pese al manotazo.

Entonces, sin más que perder, Belgrano se animó y se fue contra el arco de Saja. La salida de Moreno, a los 70 minutos, distendió la presión que comenzaban a sufrir los de Avellaneda. El volante, al pasar por la tribuna visitante, levantó la mano y recibió una ovación de sus hinchas, un mimo en una semana difícil, en la que incluso se habló su salida del equipo.

La más clara de los cordobeses para el empate la tuvo el ingresado Giménez, con un zurdazo impresionante que reventó el travesaño del arco de Saja. Unos minutos más tarde se lo perdió Pérez, quien solo frente al arco la tiró afuera. En la última del partido, Saja se la tapó a Giménez.