El espectacular tiro libre de Messi aún está fresco. El buen triunfo ante Paraguay en Córdoba también. Sin embargo, aunque todavía persiste el deseo de seguir disfrutando los tres puntos obtenidos, el seleccionado argentino ya debe cambiar el chip. Es por eso que ayer, bien temprano, el plantel se entrenó en Ezeiza con la cabeza puesta en Perú, rival del martes por la octava fecha de las Eliminatorias. “Ya no hay rivales accesibles y menos de visitante”, señaló Rodrigo Braña, que no estará presente por acumulación de amarillas y le dejará su lugar en la cancha a Javier Mascherano, que retorna tras purgar su fecha de suspensión.

No hay tiempo para descansar. A pesar de la victoria, que depositó a la Argentina en la cima de la tabla, con 13 unidades, los jugadores se calzaron los pantalones cortos y volvieron a entrenarse en el predio de AFA en Ezeiza. No obstante, no todos tuvieron contacto con la pelota. Los que jugaron ante los paraguayos efectuaron ejercicios regenerativos a un costado del campo. Las excepciones fueron Messi y Di María, dos de los más mimados por Alejandro Sabella, que, con permiso del DT, se fueron desde Córdoba rumbo hacia su Rosario natal para pasar algunas horas junto a sus familiares. El resto del plantel, entre los que estaba Javier Mascherano –-reaparecerá ante Perú– disputó un amistoso ante sparrings de Estudiantes. Tras el entrenamiento, los jugadores fueron liberados y hoy a las 19 partirán en un vuelo charter hacia Lima, para enfrentar el martes desde las 22.15 a la selección peruana. “No será fácil. Las selecciones se emparejaron. Ellos vienen de ganarle a Venezuela y van a querer seguir sumando de locales. Tienen jugadores de renombre y están confiados”, indicó Braña, que sumó una amarilla ante Paraguay, y se perderá el choque.

Por otra parte, Daniel Guiñazú, que ingresó faltando de diez minutos en lugar de Di María, destacó “la calidad” que exhibió el equipo. “Fue impresionante cómo se jugó ayer. Tenemos que disfrutar esto. Desde ya que aún se puede mejorar mucho más”, señaló el volante de Inter de Brasil.

Para enfrentar al seleccionado peruano, Sabella, en principio, cambiará el dibujo táctico. El DT optaría por volver a su predilecto 4-4-2. Para ello, Lavezzi le dejaría su lugar a Sosa, que se volcaría como volante por derecha, dejando a Gago y Mascherano como doble cinco, y a Di María por izquierda. Lo que parece que no sufrirá cambios es la defensa. Fernández, Garay y Rojo tienen asegurado su puesto, mientras que Sabella aguarda la evolución de Zabaleta de su molestia en el isquiotibial derecho, para determinar si lo incluye entre los titulares en lugar de Campagnaro.