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Con los resultados inesperados que se han dado en el Grupo 1, sin victorias locales en los ocho partidos disputados, resulta difícil vislumbrar con éxito la posible definición de la zona. Pero a partir del triunfo logrado anoche en Montevideo ante Nacional, a Boca se le volvió a aclarar el panorama y de nuevo pasó a depender de sí mismo para avanzar a la siguiente ronda del certamen.

Con dos victorias como visitante y dos caídas como local, el equipo de Carlos Bianchi trepó a la segunda ubicación, a una unidad de su vencido, que sigue líder. Pero lo importante es que superó por un punto a Toluca, su último rival del grupo. Barcelona, su próximo adversario, quedó último con tres puntos y sin triunfos, aunque todavía también mantiene chances de clasificarse.

Tan cambiante resulta el grupo que Boca, gracias a los tres puntos de anoche, pasó de estar cerca de quedar eliminado a tener la chance de clasificarse en la próxima fecha. Para ello se tendría que romper la racha de ausencia de triunfos locales: si el equipo de Bianchi le gana el 3 de abril a Barcelona en La Bombonera y al día siguiente Nacional hace lo propio con Toluca en el Centenario, ambos triunfadores se garantizarían su plaza en los octavos de final. Y en la última jornada dirimirían el primer lugar del grupo, aunque los uruguayos tendrían la ventaja de que dependen de sí mismos para lograr la zona. Por el contrario, Boca necesitaría un triunfo propio más un tropiezo de Nacional.

Distinta es la historia si Boca ganara, pero Toluca llegara a sumar puntos en su visita a Uruguay. En ese caso, Boca tendrá que viajar a México el 17 de abril en búsqueda de la clasificación, pero con la certeza de que un punto le dará el pasaje a la siguiente fase. Teniendo en cuenta lo complicada que ha sido esta primera ronda, Boca está ante un panorama casi ideal a partir de la victoria de anoche.