La presidenta Cristina Kirchner encabezó el acto de inauguración de la sede de la Universidad de Avellaneda.
Imagen: Télam.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajará este fin de semana con destino a Roma y el objetivo de presenciar, el martes, la misa de inicio del flamante papa Francisco, quien fuera el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. La mandataria argentina no será la única, ya que encabezará una amplia comitiva oficial, de la que formarán parte miembros del gabinete y de la Corte Suprema de Justicia, representantes del oficialismo y la oposición en ambas Cámaras del Congreso, autoridades de la Iglesia argentina y dirigentes sindicales. Otras figuras de la política local, como el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, tampoco quieren perderse la ocasión y llegarán por sus propios medios al Vaticano para presenciar la ceremonia.

Según le confirmaron a Página/12 fuentes de la Casa Rosada, Fernández de Kirchner saldría de Buenos Aires “el sábado o el domingo” a bordo del Tango 01 hacia Portugal o Marruecos, dos destinos “seguros” para el avión presidencial: es que luego de la experiencia vivida el año pasado por la Fragata Libertad en Ghana y con la mirada de todo el mundo puesta en la Argentina por la designación de Bergoglio como sumo pontífice, en el Gobierno quieren evitar sorpresas ante la posible acción de fondos buitre sobre la aeronave. Por eso se prefirió evitar llevarla hasta Italia, donde “no está garantizada” su intangibilidad ante una eventual acción judicial, según evalúan en Cancillería. Desde cualquiera de esos dos países y hasta Roma, el último tramo del viaje se realizará en un charter alquilado para la ocasión.

De ese vuelo en dos tramos formará parte una pequeña escolta, como acostumbra la mandataria en todos sus viajes. Aunque los detalles terminarán de definirse hoy, en la Casa de Gobierno estiman que saldrían durante el fin de semana del área militar del Aeroparque Metropolitano, junto con CFK, el canciller Héctor Timerman; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. Se presume que otros miembros del gabinete se sumarán al viaje, ya sea en el Tango 01 o en un vuelo posterior.

El resto de la comitiva oficial partiría el domingo a última hora o el lunes temprano en otro avión. Allí tendrán un asiento el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti; el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo (sucesor de Bergoglio en ese puesto), y su par en la Comisión Episcopal de Pastoral Social en el país, Carlos Alberto Acaputo. También fueron invitados dirigentes sindicales: en representación de la CGT, su secretario general, Antonio Caló, junto con Omar Viviani y Omar Suárez.

El Poder Legislativo contará también con una nutrida representación: por parte de la Cámara alta viajarán el bonaerense Aníbal Fernández y el fueguino Mario Colazo (Frente para la Victoria), el tucumano José Cano y el pampeano Juan Carlos Marino (Unión Cívica Radical), el santafesino Rubén Giustiniani (Frente Amplio Progresista) y los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso (Peronismo Federal).

Todavía, en cambio, no se conoce la nómina completa de diputados de todos los colores políticos que emprenderán la travesía, pero sí está confirmado que serán parte de la misma el titular de la Cámara, el kirchnerista Julián Domínguez, y el radical Ricardo Alfonsín, quien aunque aceptó la invitación prefirió viajar por su cuenta, junto a su mujer. Según difundió, el diputado radical pagará su pasaje en un vuelo comercial y se hospedará en el hotel Santa Chiara, “un tres estrellas” a menos de un kilómetro del Vaticano, donde –destacaron– solía alojarse su padre, el ex presidente Raúl Alfonsín, en sus visitas a Roma.

Aunque no fue invitado de forma oficial, el jefe de Gobierno ya avisó que no va a perderse la ocasión. Aunque su relación con el nuevo papa no es la mejor, el líder del PRO anunció que viajará a Europa el lunes para estar presente un día después en la ceremonia vaticana. Macri no sería el único mandatario de distrito que cruzaría el Atlántico con ese fin: varios gobernadores esperan un llamado de la Casa Rosada y, caso contrario, se costearán sus viáticos con tal de estar en Roma el martes. No es el caso de Daniel Scioli, quien a pesar de haber saludado con entusiasmo la unción de Bergoglio, anunció que no viajará “por problemas de agenda”.