“Es un honor para mí estar en la Argentina. Vine hace unos años, cuando me decidí a ser entrenador para hablar con César Luis Menotti y Marcelo Bielsa, y quiero aprovechar para agradecerles a ellos, que fueron muy generosos conmigo”, comenzó Pep Guardiola su conferencia frente a los más de 3000 oyentes que coparon las butacas del teatro Gran Rex para escuchar al entrenador multicampeón de Barcelona en el marco del Ciclo de Conferencias de Líderes Deportivos organizada por Tus Idolos y Consultora Med, y de la que participaron entrenadores, futbolistas, empresarios y la prensa especializada. El auditorio aplaudió y preparó los oídos para lo siguiente: “Tenía el deber de reconocer todo lo que (Menotti y Bielsa) han hecho en el fútbol mundial. Estoy en parte aquí gracias a ellos y les dedico esta charla”.

Con voz pausada y una claridad conceptual pocas veces vista, Guardiola fue repasando varios de los conceptos que cree fundamentales a la hora de realizar su trabajo y de analizar el juego, que comprende cuestiones de táctica pero, sobre todo, del convencimiento de los propios intérpretes, los jugadores. En su introducción, el español marcó la cancha y machacó una y otra vez acerca de su método de aprendizaje. “Las ideas son de todo el mundo. Yo les he robado a todos. Y también espero que a mí me roben. Hacemos un juego para la gente, no para nosotros”, afirmó, y para ejemplificar mencionó una charla con el entrenador argentino de vóleibol Julio Velasco, cuatro veces campeón de la Liga Mundial, dos veces campeón mundial y medalla de plata en los JJ.OO., de Atlanta ’96, siempre al frente del seleccionado de Italia: “No intentes cambiar a los jugadores. Ellos son como son. La clave es saber tocarles la tecla. Hablarles de lo que les interesa”, recordó Guardiola las palabras de su interlocutor, a quien descubrió haciendo zapping y luego lo llamó para ofrecerle un almuerzo de intercambio de ideas.

Luego habló de su función como entrenador. “No hay cosa más maravillosa que intentar convencer a tus jugadores de tus ideas –dijo antes de hacer una pausa y arremeter–. Las arengas están bien, pero no son nada. Hay que intentar que sea la idea la que los una. Yo no soy mejor que otros entrenadores. Todo lo que sé lo fui aprendiendo de otros.” Luego remarcó que lo más divertido de su trabajo es analizar el juego para poder proponer ideas e imaginar el desarrollo del partido. “Siempre intento decirles a los jugadores hoy va a pasar esto y si hacemos esto vamos a poder ganar el partido. Después se puede dar o no el resultado”, agregó Guardiola, quien siguió ejemplificando con una serie de conocimientos que le fueron transmitidos por el veterano entrenador del Barcelona Carles Rexach, uno de sus formadores en Barcelona. “Si se empieza por la izquierda se termina por derecha” o “los defensores son atacantes y los atacantes defensores” o “la pelota tiene que pasar por el centro y ahí siempre tenemos que tener un hombre más”. “Esto no me pertenece. Esto es el resultado de toda la gente que me ha ayudado. Sean generosos, que el resultado es mejorar este fútbol que tanto queremos”, apuntó.

Las referencias a Lio Messi llegaron después, cuando el periodista Juan Pablo Varsky lo interpeló frente al público. ¿Quién le enseñó a quién? fue la pregunta. “¡Por favor! El juego les pertenece a los futbolistas. La gente va a verlos a ellos. No he visto un jugador igual. Sus padres lo hicieron bueno. Y como Maradona fue mi ídolo de la infancia, por favor no me pregunten cuál de los dos es mejor.”

Antes de Guardiola habló su mano derecha, el waterpolista y medallista olímpico español Manel Estiarte, cuyo mensaje fue también contundente: “Barcelona ganó todo, pero lo más importante es cómo lo ganó” y remarcó una frase registrada de su amigo Guardiola: “El líder es la persona que mejor hace al otro”.