San Lorenzo no pudo confirmar su chapa de candidato y fue goleado 3-0, de local, por Argentinos, que se hizo fuerte en la pelota parada y liquidó de contragolpe al equipo que dirige Juan Antonio Pizzi. Al final, Caruso Lombardi se salió con la suya después de haber calentado la previa del partido y pudo festejar en el estadio en el que salvó a San Lorenzo del descenso. “El equipo me respondió”, dijo Caruso, luego de la goleada. Pablo Migliore fue ovacionado por la hinchada local, que coreó su nombre.

En el inicio del partido, San Lorenzo manejó la pelota y repartió a sus jugadores por el campo de Argentinos, pero el equipo de la Paternal madrugó al candidato a campeón y dio un golpe inesperado por todos en el Nuevo Gasómetro, poniéndose al frente desde un corner ejecutado a la perfección, que facturó Julio Barraza. El local empujó al pragmático Argentinos a su campo y lo acechó por el resto de la primera mitad. Martín Cauteruccio remató tan cerca del palo que muchos hinchas de San Lorenzo gritaron el empate que no fue. Después tuvieron chances de gol Cetto, que definió pero estaba fuera de juego, y Navarro, que desde un tiro libre reventó un palo. Argentinos, fiel al método de Caruso, se cerró atrás y mantuvo la ventaja hasta el entretiempo.

En la segunda parte, San Lorenzo redobló la apuesta y buscó la igualdad moviendo la pelota, triangulando y entusiasmando a su público, pero no logró ni empatar, ni detener al delantero Hernán Boyero, que metió un testazo para el 2-0. A los pocos minutos, la figura del equipo de la Paternal, Ricardo Gómez, aprovechó una contra y convirtió un golazo para redondear la goleada, que confirmaba los dichos del viernes de Boyero: “A San Lorenzo le ganamos 3-0”. Al final, San Lorenzo empujó, pero sus luces se fueron apagando y el único equipo que quedó de pie fue Argentinos.