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Página/12 En Brasil

Desde Belo Horizonte

Su llegada a esta Selección fue inesperada. Cuando su nombre no aparecía entre los probables, el entrenador Alejandro Sabella le dio lugar en la lista inicial de treinta jugadores. Y con el mismo ímpetu que muestra en la cancha, Martín Demichelis pasó todos los filtros y pudo arribar a Brasil. Su promesa si llegaba al Mundial fue cumplida, y se cortó el pelo antes de desembarcar en el complejo Cidade do Galo, en Belo Horizonte. Pero el hombre del Manchester City inglés fue por más, y logró insertarse en el conjunto titular, justo en las instancias decisivas del campeonato. El ex River no se detuvo y ahora está a dos días de jugar la final de la Copa del Mundo.

–¿Coincidís con que tu aparición fue meteórica?

–Y... son cosas que se van dando. Pero uno trabaja mucho para llegar hasta acá. El técnico confió en mí y me toca vivir todo esto bien de adentro.

El defensor nacido en Justiniano Posse, Córdoba, hace 33 años, relata junto a Página/12 cómo vive esta llegada al encuentro decisivo. “Creo que alcanzamos el sueño de todos, que era estar en la final del Mundial. Lo hicimos de una manera muy inteligente, ante un gran rival, sin sufrir. Si bien se consiguió de la manera más agónica de ganar un partido, se logró pensando muy bien todo. Esto es lo máximo en la carrera de un jugador”, destaca Demichelis.

El fue uno de los que estuvo cuatro años atrás en Sudáfrica, donde el mismo rival del domingo próximo los eliminó del Mundial. “A los que estuvimos en Sudáfrica todavía nos queda una espina clavada, pero no tenemos que pensar en el pasado, son situaciones diferentes y etapas diferentes. Ahora es una final y no cuenta todo lo anterior”, explica alguien que conoce mucho el fútbol alemán, ya que se desempeñó cuatro temporadas en el Bayern Munich.

“Yo había dicho antes del Mundial que Alemania era uno de los favoritos, porque los conozco muy bien, y ganarle al equipo anfitrión no es fácil, y ellos lo consiguieron de manera contundente. Ahora vamos a tomar todos los recaudos, ellos llegan con un día más de recuperación y 30 minutos menos de juego, pero igual vamos a sacar lo mejor de nosotros para ganar la final”, remarca Demichelis.

Los siete goles que vienen de convertir los alemanes no es algo por lo cual este futbolista tenga que temer: “Cuando aparecen tantos goles en un partido no sirve para sacar las mejores medidas. Son situaciones raras que se dan y esta vez le tocó a Brasil, pero Alemania no hizo siete goles todos los partidos”.

–¿Le vas a transmitir los conocimientos de los alemanes a tus compañeros?

–Todo lo que pueda lo haré. El otro día vimos el primer tiempo donde aplastaron a los locales, pero no nos tenemos que guiar por ese partido. Tenemos que seguir concentrados como lo venimos haciendo, y más con un rival de estas características.

El marcador central fue uno de los que también arengó a los más jóvenes antes de la definición por penales ante Holanda. “Antes de patear tratamos de darle aliento y seguridad a los que iban a rematar. Los que no nos tocaba no nos podíamos quedar al margen en ese momento”, cuenta. Sus palabras ahora servirán para afrontar el partido más importante, para una generación que hace veinticuatro años todavía no se imaginaba que podía estar en este lugar.