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El joven holandés Max Verstappen cumplió el martes 17 años. Hoy, con 17 años y dos días, se transformará en el piloto más joven en la historia de la Fórmula 1 en tomar parte de un Grand Prix, cuando se suba a un Toro Rosso en el circuito de Suzuka, en Japón, y participe de la primera práctica válida para el Grand Prix del domingo, la 15ª carrera del Mundial 2014. Verstappen conducirá el coche del francés Jean-Eric Vergne, a quien reemplazará en la próxima temporada, haciendo su debut oficial en el próximo GP de Australia, en Melbourne, en marzo de 2015.

La historia de la Fórmula muestra una decena de casos de pilotos que debutaron con 19 y 20 años, entre ellos nuestro Esteban Tuero, pero el caso del holandés, que llega con apenas 17, rompe toda lógica. Verstappen, hijo del ex piloto de F-1 Jos Verstappen, que corrió entre 1994 y 2002 en la máxima categoría, es la gran apuesta de RedBull, que lo auspicia en Fórmula 3, la disciplina en la que está compitiendo con algunas victorias, pero sin resultados formidables.

Corre en karting desde que tenía 4 años; el director deportivo de RedBull, Helmut Marko, lo comparó con los comienzos de Ayrton Senna, y el ex tricampeón mundial sir Jackie Stewart opinó que puede transformarse en una gran estrella, pero la decisión de hacerlo debutar a tan temprana edad en Fórmula 1 abrió el debate sobre el grado de dificultad que ofrecen los actuales coches de la F-1, que se supone menor respecto de 10 o 20 años atrás.

Con el vértigo en la sangre (su madre, Sophie Kumpen, pertenece a una familia de tradición automovilística en Bélgica y ella también compitió en karting), el joven Max no tiene todavía un año cumplido corriendo en autos: manejó por primera vez un coche de carreras el 13 de octubre de 2013, y recién este año comenzó a competir oficialmente en F-3.

Verstappen saldrá a pista hoy a partir de las 23 (televisa Fox Sports 3) y tendrá noventa minutos para girar en una de los circuitos más exigentes del calendario. “No vine a Suzuka a bajar records, sino a ganar toda la experiencia posible”, afirmó ayer. “Max conserva fría la cabeza”, dijo en Suzuka su padre, Max, cuya última experiencia en F-1 fue en el equipo Minardi, el mismo que ahora, con el nombre Toro Rosso, le permite debutar a su hijo.