El estigma de los 17 años sin obtener un título internacional puede quebrarse dentro de cinco días. River quedó bien posicionado en la final de la Copa Sudamericana, luego del empate conseguido en Medellín, y tiene ahora un escenario ideal para poder consagrarse. A partir de lo que se vio en la noche del miércoles, el equipo dejó en claro que posee argumentos futbolísticos suficientes para poder superar a su rival colombiano. Para ello, tendrá que volver a ofrecer el rendimiento de la segunda parte, con mucha mayor audacia y ambición, y dejar rápidamente en el olvido lo que exhibió en la primera mitad, donde fue endeble, dubitativo y sin respuestas ante la estrategia de Atlético Nacional.

Los puntos positivos con los que cuenta River para afrontar la revancha son varios, pero principalmente no haber perdido en Colombia, luego de ese inicio desfavorable, es uno de los más destacados. Además, el técnico Marcelo Gallardo podrá contar con el lateral derecho Gabriel Mercado, quien no jugó en la ida por acumulación de tarjetas amarillas; y también con el marcador central Jonathan Maidana, quien se recuperó de una lesión.

En este segundo caso, no está del todo confirmada la presencia del ex Boca, debido a que Germán Pezzella lo ha reemplazado con acierto y el nivel del juvenil hace dudar al entrenador. La reaparición de Mercado solucionará los problemas defensivos que tuvo River por ese sector, ya que ni Mammana ni Solari pudieron responder bien ante Ruiz y Berrío.

La actitud que tenga River en su estadio será fundamental. Si logra romper sus inhibiciones y se convence de que puede controlar el juego del rival, la Copa tiene muchas posibilidades de quedarse en el país. Otro aspecto para destacar es el regreso de Matías Kranevitter. El volante central regresó en Colombia y es alguien que puede aportarle un juego distintivo al equipo. Si el entrenador decide ser más vertical en el traslado de la pelota, Kranevitter tiene chances de jugar desde el comienzo.

El público también jugará su partido, y de la misma manera que colmó el Monumental ante Boca, lo hará frente a los colombianos. Si bien en este caso habrá hinchas visitantes, el 80 por ciento del estadio será local.

Los problemas de River en el juego pueden volver a recaer sobre la izquierda, en la zona de Vangioni, quien tuvo muchos contratiempos para detener los desbordes de Berrío y también cuando Cardona se trasladaba sobre ese lado. Los que también tendrán que evidenciar una mejoría son los volantes externos, esenciales para el fútbol que intenta llevar adelante River. Sánchez y Rojas no lograron prevalecer en la primera final y River sintió en demasía el juego de ambos.

Pero sin duda, el favoritismo está del lado de River, que intentará finalmente quebrar aquella racha nefasta.